Muchas son las analogías que se realizan entre el mundo de la empresa y el mundo del deporte. Existe numerosa bibliografía al respecto, “La pelota no entra por azar” (Soriano, Ferran, editorial Leqtor, 2010), “El pase perfecto” (Weenk, Ed, editorial Los Libros de Cabecera, 2012), “Management deportivo: del club a la empresa deportiva” (Molina, Gerardo, editorial ESM, 2012), “Show Me The Money: Cómo conseguir dinero a través del marketing deportivo” (Calzada, Esteve, editorial Libros de Cabecera, 2012), “Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game” (Lewis Michael, editorial W&W Norton, 2004), “Once anillos: El alma del éxito” (Jackson, Phil y Delehanty, Hugh, editorial Rocaedirotial2013) son solo algunos ejemplos que explican los paralelismos entre la gestión empresarial y la deportiva.
Una de las figuras fundamentales en todo club deportivo es la del entrenador, es la persona encargada de conseguir los objetivos deportivos establecidos por la junta directiva. Este cargo de responsabilidad debe gestionar el día a día de los jugadores de la plantilla, planificar los entrenamientos durante toda la temporada o analizar los resultados obtenidos. Estas son algunas de las principales tareas que ha de llevar a cabo todo entrenador. Dichas tareas las realizan siempre, sea del deporte que sea, y del tamaño e importancia de la entidad de deportiva a la que pertenezcan, aunque su manejo viene condicionado en buena medida por el alcance del presupuesto lo que limita la cantidad de recursos disponibles, tanto en la partida de personal como en las de gastos corrientes e inversiones.
La figura del directivo o gerente de una empresa tiene gran similitud con la figura del entrenador: ha de planificar el ejercicio económico para conseguir los objetivos establecidos por el comité de dirección, gestionar las personas de su equipo, gestionar el día a día en la empresa, entre otras tareas. Muchas son las lecciones que puede extraer de un entrenador deportivo, de todas ellas nos centraremos en la gestión de la plantilla.
La gestión de la plantilla
Uno de los grandes retos de los entrenadores es gestionar el día a día de todos los componentes de su plantilla, cada uno de ellos con sus objetivos personales, pero que ha de conseguir que el objetivo común, el del equipo, esté por encima de estas personalidades. Previamente, tendrá que transmitir claramente cuáles son los objetivos de la temporada, la estrategia que utilizarán y el plan de trabajo previsto para conseguir estos objetivos. Trasladado al mundo empresarial, serían la transmisión de la misión y la visión de la empresa. Aquí encontramos una de las mayores lecciones que se pueden extraer.
El entrenador trabaja diariamente en la creación de un auténtico espíritu de equipo en el que los objetivos colectivos estén por encima de los individuales, asignando a cada jugador un rol que ha de ser aceptado y un trabajo diario con sus deportistas. En el mundo empresarial, rara vez la misión y la visión de la empresa se transmite con tanta intensidad y de una forma tan clara, es la base de la estrategia de la compañía. En la mayoría de ocasiones son documentos que quedan archivados en los armarios o en las intranets de las empresas sin que se transmita de una forma adecuada al personal y eso, en gran medida, es una de las responsabilidades del directivo. La gran mayoría de personal de las empresas no saben o no tienen claro cuál es la misión y visión empresarial de su compañía, mientras que en el mundo del deporte se transmite de una forma muy clara. La personalidad del entrenador y la forma en la que se comunica con sus deportistas se ha de tener en cuenta y también es determinante en la figura del directivo empresarial.
La selección del personal es otra de las grandes lecciones. Los clubs deportivos invierten grandes cantidades de su presupuesto en el fichaje de nuevos jugadores, unos fichajes que, previamente, han sido analizados con detenimiento, ya sea por un equipo de scouting o por personal de confianza del entrenador, siempre según las necesidades de la plantilla y las posiciones a cubrir y dentro de un presupuesto asignado. Se analizan tanto las cualidades físicas como las de adaptación a la forma de jugar y del resto de deportistas del equipo. Finalmente, se escoge a uno de los candidatos analizados, es, sin duda alguna, una de las fases más importantes de todo club deportivo durante toda la temporada.
En el mundo empresarial, salvo en los casos de grandes directivos o puestos de alta responsabilidad donde se realizan complejos procesos de selección, en la mayoría de ocasiones, los candidatos se escogen sin llevar a cabo los complejos análisis que se realizan en el mundo del deporte. Incluso, en ocasiones, se realizan los procesos de selección por recomendaciones del propio directivo, del responsable de Recursos Humanos o personal de su confianza. Algunos directivos, conscientes de esta situación o por falta de tiempo recurren a empresas de selección de personal, empresas especializadas en la selección pero que no tienen interiorizado el espíritu de equipo de la empresa.
La figura del entrenador deportivo puede servir, sin duda alguna, como una gran referencia para el directivo empresarial, eso sí, teniendo en cuenta también las particularidades del deporte y del sector empresarial de la compañía.