septiembre 2016

Reflexiones olímpicas (y VII): Gestión de los Juegos e información relativa

21/09/2016|

A lo largo de las dos semanas largas de competición olímpica en Río, como sucede habitualmente en cualquiera de las citas deportivas, se nos informa de todos los aspectos relativos a las gestas deportivas, resultados, records, biografía de los grandes atletas, entre otros aspectos.  Complementariamente se nos informa también de algunos elementes relacionados con la organización (presupuesto de inversiones, gastos de organización, patrocinio, etc.) y la gestión (precios de las localidades, asistencia, localización de los lugares donde se celebran los juegos).

Los corresponsales han informado de manera desigual de la asistencia en los estadios y gradas de algunos de los deportes más espectaculares (natación, atletismo, vóley playa, gimnasia y gimnasia rítmica…). A fuer de ser sinceros, no he encontrado forma sencilla de poder evaluar si el nivel de asistencia a las competiciones estuvo por encima, o no, de lo acontecido en otros juegos en ediciones precedentes. Lo mismo me sucede cuando trato de evaluar el sistema de precios para los espectadores. Esta información relativa no ha acompañado las informaciones y valoraciones de los enviados. Una lástima para la evaluación de un acontecimiento de la magnitud e implicaciones de los juegos olímpicos.

 

Carles Murillo

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte
Barcelona School of Management
Universitat Pompeu Fabra

Reflexiones olímpicas (VI): nacionalidades

19/09/2016|

El movimiento olímpico surge de una idea de Pierre Frèdy, barón de Coubertin, a finales del siglo XIX. Un grupo de personalidades del mundo diplomático y de la nobleza, encabezados por el propio Coubertin, unen esfuerzos para poner en marcha una manifestación deportiva con varias disciplinas, siendo el atletismo el centro neurálgico de lo que luego pasarán a denominarse Juegos Olímpicos. Este grupo constituye en 1894 el Comité Olímpico Internacional (COI) que será, a la postre, el organismo encargado de la puesta en marcha de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Atenas, en 1896, alberga la primera edición de unos juegos en su modalidad de juegos de verano. Los primeros juegos de invierno se celebran en 1924 en la ciudad de Chamonix, en Francia. El COI se estructura en comités nacionales, además de los comités organizadores de cada ciudad sede de los juegos que, según la Carta Olímpica, se responsabiliza de la gestión de los juegos y, lo que es más importante, de la financiación de los gastos incurridos.

La participación de los deportistas se organiza por naciones, de tal modo que los símbolos más destacados de los Juegos van a ser la bandera olímpica, con los cinco anillos representando a los cinco continentes, la antorcha olímpica y las banderas de cada uno de los países participantes. Durante muchos años la competición se reserva a los deportistas amateurs. El interés mediático que los juegos despiertan entre los aficionados y seguidores del deporte, reclama la atención de las grandes figuras (muchas de ellas pasadas al profesionalismo) y, consecuentemente, a las empresas patrocinadoras de eventos, clubes y deportistas. Los Juegos se abren a todos tipo de deportista a pesar de que cuando compiten en las olimpiadas lo siguen haciendo bajo una bandera nacional.

A partir de este momento surgen las preguntas y las paradojas. ¿La bandera con la que compiten debe ser la del país que aparece en el pasaporte del deportista o la de su sede fiscal? El lema del barón de Coubertin, que durante tanto tiempo ha inspirado el quehacer de la familia olímpica (lo importante no es ganar sino participar) ¿justifica las nacionalizaciones por la vía exprés de muchos deportistas? Hasta que punto la profesionalización creciente del deporte de élite es compatible con una competición en que los atletas tratan de mejorar sus records y lograr triunfos a nivel nacional? Hay quien sostiene que los juegos deberían ser un conjunto de competiciones entre los mejores deportistas, independientemente de sus orígenes. Una decisión de este tipo iría en contra de la actual organización del movimiento olímpico pero, probablemente, reduciría conflictos entre naciones a partir de la competencia deportiva. El dilema está ahí, las opiniones son libres y la decisión final compleja.

Carles Murillo

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte
Barcelona School of Management
Universitat Pompeu Fabra

Reflexiones olímpicas (II): Gritos y susurros

07/09/2016|

Joel Louis y Max Schering compitieron por el cetro de los pesos pesados de boxeo en la década de los 30’s,. Muhammad Allí, Joel Fraire y, luego, George Forman lo hicieron en los unos cuantos años más tarde. El imprescindible filme documental “Cuando éramos reyes” (“When we were kings”) es un excelente referente del significado deportivo, social y político que acompaña a cualquier tipo de competición deportiva en el máximo nivel. La confrontación entre Louis y Schmeling sirve de marco de reflexión a Walter Neale para publicar, en Quarterly Journal of Economics en 1964, uno de los artículos de mayor trascendencia en la incipiente disciplina de la economía del deporte. Neale destaca que “la empresa deportiva” (el deportista, en este caso, como podría ser un club en otras situaciones) obtendrá mayores beneficios económicos (y de reputación) en la medida que su rival sea de mayor entidad. Es precisamente todo lo contrario a lo que sucede en el mundo de los negocios y la competencia entre empresas y entre marcas.

Los estadios, arenas y pabellones se llenan cuando los mejores compiten entre sí por un record, un resultado o un campeonato. Si esto es así, ¿acaso la piscina o el estadio olímpico de Río hubieran tenido menor afluencia de público sin la presencia de Usain Bolt o Michel Phelps, claros dominadores de sus respectivas pruebas? Bolt y Phleps tenían en los deportistas con marcas parecidas sus máximos rivales, de la misma forma que también competían también con sus propios records personales (número de medallas en unos mismos juegos o acumuladas en sus diferentes participaciones a lo largo del tiempo). El tipo de competición, tanto en atletismo como en natación resulta ligeramente diferente a la contienda directa y única entre rivales, como sucede por ejemplo en el caso del fútbol, rugby, baloncesto o tenis.

El deporte de competición genera mayor interés en la medida en la que unos pocos deportistas son los que realmente tienen probabilidad elevada de hacerse con el triunfo. En el ámbito empresarial, por el contrario, la empresa exitosa es la que se hace con la mayor cuota de mercado expulsando en la medida de lo posible a sus potenciales competidores. Que los mejores deportistas, en cualquier disciplina deportiva, identifiquen bien a sus mejores rivales no es óbice para que establezcan estrategias de preparación física y técnica para superarlos. También, y de manera cada vez más frecuente, se añaden elementos psicológicos e incluso tretas para superarlos.

La concentración de un deportista en el momento de la competición es uno de los factores clave de su éxito. Tratar de desarticular exógenamente este instante mágico de la máxima predisposición al éxito es, por otra parte, una forma de limitar sus posibilidades. Los momentos de más alta concentración y de explosión del instante de mejor preparación de toda una temporada se ayudan con un ambiente favorable que facilite y predisponga al triunfo. El silencio en una cancha de tenis o en un campo de golf (jueces y árbitros ejercen su autoridad para contribuir a este clímax tan especial) facilitan al deportista las mejores condiciones para rendir al máximo. En ocasiones, los atletas, invitan al público para que con el ritmo de sus palmadas se sientan empujados para alcanzar el mejor salto o carrera. Sin embargo, en una cancha de baloncesto o balonmano, de la misma forma que en un campo de fútbol, el griterío suele ser ensordecedor. Este hecho ocurre reiteradamente cuando se produce una jugada especial como es el caso, por ejemplo, del lanzamiento de una pena máxima en el futbol, o los tiros libres a la canasta rival en el final de un ajustado partido de baloncesto.

Pero no solamente es el público el que contribuye con sus silencios o gritos de ánimo (reprobación) a facilitar (entorpecer) la concentración del deportista, también son los propios competidores quienes, a veces, con sus actitudes, tretas y engaños, tratan de poner a flor de piel los nervios de sus rivales más destacados. La exteriorización del esfuerzo de los tenistas es algo cada vez más habitual en las selectas pistas de tenis, de la misma forma que últimamente lo son los gritos para desmotivar al contrario con la consecución de un logro parcial (vóley playa, bádminton, baloncesto, fútbol…), así como las más extravagantes formas de celebración de un logro deportivo (fútbol, tenis…). De lo espontáneo se pasa a lo premeditado, de la reacción innata a la estudiada como forma de atacar (humillar, en ocasiones) al rival. Los medios de comunicación suelen detenerse más en estos detalles que en la propia ejecución del juego. ¿Estaremos entre todos poniendo en entredicho algunos de los valores fundamentales del deporte?.

 

Carles Murillo

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte
Barcelona School of Management
Universitat Pompeu Fabra

Reflexiones olímpicas (I): Estadio Olímpico y pebetero

05/09/2016|

Hace apenas unas semanas hemos asistido a la cita deportiva de mayor envergadura: los juegos olímpicos de verano que, en esta ocasión, han tenido como lugar de celebración la ciudad de Río de Janeiro. Río 2016 ya es historia, a pesar de que comienzan en breve los juegos paralímpicos en esta misma sede. Desde esta ventana del webblog del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la Barcelona School of Management queremos aportar algunas reflexiones al respecto. Los posts que aparecerán secuencialmente en los próximos días son el fruto de la opinión diversa de quien estuvo en Río (Diogo Almeida y Oriol Martí, ambos alumni del Máster) y de otros que lo vivieron desde la distancia (Isidrre Rigau y Carles Murillo, profesores del Máster). A todos ellos, nuestro agradecimiento por su tiempo y opiniones, y a los lectores, la invitación para compartir estos pensamientos y percepciones esperando que en cualquier saso este trabajo sirva para mejorar la gestión de las competiciones deportivas en el futuro.

 

ESTADIO OLÍMPICO Y PEBETERO

Noche del 25 de julio de 1992. Estadio Olímpico de Montjuïc (actualmente denominado Estadi Lluis Companys). Los organizadores de los juegos de Barcelona tenían preparadas algunas sorpresas para la ceremonia inaugural: el espectáculo de presentación de los juegos, la última posta con la llegada de la llama olímpica al estadio y la forma de prender el pebetero. Creo que a todos los que presenciamos aquellos inolvidables momentos se nos heló, por unos instantes, el corazón cuando Antonio Rebollo (atleta paralímpico) lanzó la flecha que trasladó la llama olímpica al pebetero del estadio. Se calculó que 2.000 millones de personas vieron la ceremonia a través de la televisión. Las imágenes que quedan prendidas en nuestras retinas en relación con éste, y las otras ceremonias inaugurales, asocian diversos ingredientes indispensables: un estadio ataviado con sus mejores galas, una ceremonia que trata de lanzar al mundo elementos significativos de la historia, cultura y tradiciones de la ciudad que alberga los juegos, un estadio rodeado del anillo en el que días después de disputan las competiciones de atletismo repleto de deportistas olímpicos, técnicos, preparadores y representantes de los organismos federativos. Río no fue una excepción. Seguramente también la gran mayoría de los espectadores (por lo que se desprende de los comentarios aparecidos en la prensa nacional e internacional) disfrutamos de dicha ceremonia en cualquiera de sus facetas. Personalmente, me quedo con la belleza plástica de las intervenciones artísticas y la recuperación de algunos pasajes de vida de Brasil que he tenido la inmensa fortuna de conocer en algunos de mis viajes por el país. Amigos y conocidos me venían a la memoria con una rapidez propia de algún record olímpico de los que no se registran en los estadios y pabellones.wedding bouncy castle

Tan solo me faltó uno de los elementos habituales: el estadio no dispone del aro para la disputa de las competiciones atléticas. Luego, como bien reflejaba Santiago Segurola, en el estadio donde se disputaron las pruebas de atletismo no se veía el pebetero, es decir no había llama olímpica, que apostillaba manifestando que “en Río hay grandes récords y fenomenales atletas pero no hay fuego olímpico. Más que unos juegos parece un mundial de atletismo. Por esas tonterías comienzas los conflictos y los problemas de identidad”. El mismo Segurola señala, en un nuevo artículo, que “…el atletismo ha perdido el papel preponderante, sin el estadio en el anillo olímpico, sin pebetero, sin llama y sin ceremonia de inauguración. Si no es una afrenta, lo parece”.

El olimpismo ha logrado que la simbología tenga una papel preponderante en todo su quehacer. Bajo esta denominación se agrupan todas las competiciones multideportivas con diferente alcance geográfico y regional y, desde los juegos de Seúl en 1988, para diversos colectivos, tratando de hacer suyo la voluntad inclusiva del deporte. Los aros olímpicos tienen un significado indiscutible, tanto desde una perspectiva emocional, como deportiva e incluso económica (es una de las marcas más reconocidas, por no decir que es la marca protagonista en el mundo del deporte). La llama olímpica, el pebetero, el pódium, los himnos y el anillo olímpico deberían constituir también signos irrenunciables.

 

Carles Murillo

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte
Barcelona School of Management
Universitat Pompeu Fabra

junio 2016

Las tandas de penaltis no son una lotería

27/06/2016|

Los organizadores de las competiciones futbolísticas más importantes del panorama mundial decidieron ya hace tiempo que, en caso de que el partido termine en tablas, el ganador se decida mediante el sistema delanzamiento de penaltis. Esta práctica sustituyó, ya hace tiempo, la verdadera lotería del lanzamiento de la moneda al aire como fórmula (imaginativa pero injusta) para decidir quién es el ganador.

Si el resultado de cualquier eliminatoria es de empate a goles, tanto en los primeros noventa minutos de juego como, luego, en el tiempo añadido de otros treinta minutos, el reglamento establece que se lancen tandas de 10 penaltis (5 por cada equipo) hasta que el marcador proporcione un ganador. El árbitro reproduce el lanzamiento de la moneda al aire que determina, al comienzo del partido, la elección de campo y el saque inicial. Ahora, sin embargo, el resultado de este sorteo, con igual probabilidad de éxito para cada uno de los dos equipos, resulta mucho más trascendente: el ganador del sorteo que efectúa el árbitro antes de dar comienzo a los lanzamientos tiene la particularidad de elegir la portería y el orden de los lanzamientos. Como señala acertadamente el profesor Palacios-Huerta, la evidencia muestra que el equipo que lanza en primer lugar gana aproximadamente 6 de cada 10 ocasiones, por lo que el resultado del sorteo le otorga una cierta ventaja al primer lanzador. En la última final de la Copa de Europa, Sergio Ramos parecía que ya había ganado cuando vio que después del sorteo previo al lanzamiento de penaltis Gabi, el capitán del Atlético, le cedía la oportunidad de que un jugador del Real Madrid fuera el que lanzara el primero de los penaltis. Ramos, muy probablemente, sabía bastante de todo esto.

Los elementos psicológicos seguramente explican esta evidencia y, es por ello, que la UEFA está analizando la posibilidad de alterar el orden habitual hasta la fecha. Por el momento, los lanzamientos se van alternando entre los dos equipos de tal suerte que el que lanza primero (equipo A) sigue haciéndolo siempre antes que el equipo rival (equipo B) o sea que el orden establecido es: AB-AB-AB-AB-AB. En el caso de que el equipo transforme el penalti el lanzador de B está sometido a una presión añadida ya que, como mucho, es decir en caso de acierto, logra empatar el marcador. Un sistema alternativo, propuesto por el mismo Palacios- Huerta, consistiría en efectuar los lanzamientos siguiendo el sistema del tie-break del tenis, es decir ABBA-ABBA-AB, con lo cual se mitiga este efecto perverso de la presión.

Otro de los aspectos importantes en el lanzamiento de los penaltis es el conocimiento del comportamiento del lanzador y también del portero. El jugador diestro (zurdo) lanza más cómodamente un penalti a su lado natural, es decir a la derecha (izquierda) del portero. El portero sabe cuál es la inclinación natural del lanzador. El delantero, por el contrario, puede llegar a conocer, ayudado de datos históricos, el comportamiento del portero (desde su dosis de gesticulación previa al lanzamiento, cómo orienta su mirada y hacia qué lado suele lanzarse y si ésta decisión responde a un comportamiento errático o premeditado).

Dejar la decisión del lanzamiento del jugador hacia un lado u otro (o al centro) de la portería) es sumamente arriesgado por no decir una temeridad impensable hoy en día. Que el portero, según le venga a su cabeza, decida quedarse quieto o moverse hacia su derecha o izquierda según un patrón de conducta no estudiado previamente puede conducir fácilmente al fracaso más rotundo. En Milán, los jugadores del Real Madrid lanzaron todos los penaltis a la izquierda del magnífico guardameta Oblak del Atlético de Madrid. Este resultado podría ser fruto de la casualidad, pero mucho me temo que más bien fue una consecuencia de un análisis detallado de la historia del portero colchonero debajo de los palos, cuando se dispone a tratar de atajar una pena máxima, y el resultado de un cuidadoso estudio por parte de los técnicos del Real Madrid.

No debemos señalar solo a Juanfrán por estrellar su lanzamiento en la base del poste derecho de Keylor Navas, sino al mérito de los despachos del los técnicos del Real Madrid que incentivaron a sus jugadores a lanzar de un modo determinado los penaltis. Oblak no pudo detener ninguno de los cinco lanzamientos de los jugadores blancos que poco después alzaban victoriosos una nueva Champions League. O, acaso, el Cholo Simeone hubiera podido emular a Louis Van Gaal que, en el desempate de los cuartos de final del mundial de Brasil 2014 ordenó la salida al terreno de juego de Tim Krul en sustitución del portero titular de la selección holandesa, Jasper Cillessen. Krul se convirtió a la postre en el héroe del partido al detener dos lanzamientos a los delanteros de Costa Rica, que no tenían previsto que éste fuese el portero que interviniera en una hipotética tanda de desempate a los penaltis. La salida al terreno de juego del segundo portero del Atlético, en sustitución de Oblak, pudo haber provocado también un efecto sorpresa para el que el Real Madrid no estaría seguramente tan preparado como demostró en los cinco lanzamientos efectivamente realizados.

El fútbol nos ofrece de nuevo un valioso ejemplo de cómo el tratamiento riguroso de la información y de los datos puede colaborar en la toma de decisiones para algo mucho más trascendente (en términos de prestigio, de reconocimiento de marca y evidentemente de consecuencias económicas) que el resultado de una lotería simple.

Carles Murillo Fort es catedrático de Economía Aplicada y director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la UPF Barcelona School of Management. Es el coordinador del centro UPF Sports_lab de la Universitat Pompeu Fabra.

mayo 2016

Desafios éticos en la gestión deportiva

10/05/2016|

El 5 y 6 de mayo se ha celebrado el II Sport and Global Governance Conference en la Universidad Pompeu Fabra organizado por el Departamento de Derecho de la Universidad y en el que han participado reconocidos profesionales del sector de la gobernanza y la ética deportiva.

Los desafíos de la ética en la gestión deportiva fue una de las temáticas más destacadas del Congreso y en la que se centró la mesa redonda de la primera jornada en la que diferentes profesionales debatieron sobre la necesidad de aplicar criterios éticos a sus decisiones que, en la mayoría de casos se rigen exclusivamente por criterios económicos.

Luis Solar, Presidente de FAGDE (Federation of Spanish Associations of Sports Managers) destacó la importancia de tratar la temática de la ética en el amplio abanico que comprende el deporte en general, “más del 50% de la población práctica deporte y sólo sdsd tienen ficha federativa, por este motivo hemos de ampliar el abanico porque hay cuestiones que van más allá del deporte federativo” destacó en su intervención. Según Luis Solar la ética en el deporte corre cierto riesgo cuando el deporte no es sostenible, tanto desde el punto de vista económico como energético, la necesidad de una convivencia entre el servicio publico y el privado o la responsabilidad de los gestores deportivos a la hora de gestionar de manera responsable una entdad deportiva fueron algunos de los aspectos másdad asdsdsadsad.

Reyes Bellver, abogada especializada en el deporte, centró su intervención en el mundo del fútbol y sus desafíos diferenciando dos vertientes, una interna sustentada en pilares tan importantes como la transparencia, el código ético y la educación, básicos en la gestión de todo club deportivo. “La vertiente externa es aquella que se percibe desde fuera, por parte de la sociedad, si un club tiene una buena estructura y se gestiona de forma eficiente, lo tiene que transmitir hacia el exterior porque si no no sirve de nada” destacó Reyes Bellver en su intervención.

Javier Imbroda, con más de 20 años de dedicación al baloncesto de élite como entrenador de diferentes equipos ACB y ex-Seleccionador Nacional Baloncesto realizó valiosas aportaciones al debate sobre la importancia de la ética en el deporte “¿y en qué otra parcela de la vida no es importante la ética?” preguntó a los asistentes. La gestión va dirigida hacia la viabilidad económica de los clubs y eventos deportivos y, en ocasiones se olvida de uno de los aspectos básicos como la ética en la gestión deportiva.

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“La clave se encuentra en la educación, pero la educación es un proceso largo en el tiempo y por ese motivo no es mediática porque no es inmediata” destacó durante su intervención. El papel del deportista también fue uno de los aspectos destacados. En ocasiones, se olvida de la importancia del rol que juegan los deportistas en los clubs y, sobretodo, en el día después de su retirada y ese activo que es para el club, como son los deportistas, han de ser tomados más en consideración por parte de los gestores deportivos. La gestión de las canteras de los clubs deportivos y su particular visión sobre el fútbol también fueron otros temas tratados en su intervención.

Carles Murillo, Director del Máster en Gestión del Deporte de la UPF – Barcelona School of Management, basó su intervención en las diferentes formas de organización, diferenciando entre el movimiento olímpico, surgido desde la élite en dirección al deportista “un movimiento de arriba abajo” comentó Carles y el movimiento federativo, totalmente contrapuesto “va desde la práctica deportiva hasta la organización”.

Temas tan fundamentales en los que la ética ha de jugar un papel fundamental como las competencias de las que son responsables los diferentes organismos, ya sean nacionales o supranacionales, la transparencia en las cuentas e informativa, la migración de los deportistas o la resistencia al cambio y la evolución de los deportes, sobre todo con la implementación de nuevas tecnologías, fueron otros aspectos destacados de su intervención.

Durante los dos días de debates del II Sport and Global Governance Conference también han intervenido profesionales de la talla de Pedro Tomás, miembro del Comité de Apelación de la UEFA, Mike McNamee, profesor de Ética Aplicada en la Universidad de Swansea o Alberto Palomar Olmeda, Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y experto en derecho del deporte.

febrero 2016

Los hábitos deportivos de los españoles. La atracción del espectáculo deportivo

11/02/2016|

La Super Bowl ha batido de nuevo récords de atracción mediática en todo el mundo. La celebración de la 50ª edición, celebrada en Santa Clara, California, ha cread grandes expectativas que se han visto refrendadas con un gran espectáculo artístico y deportivo. Los resultados, según que informan los medios de comunicación acreditados, han sido espectaculares, especialmente por lo que respecta a los prolegómenos (las actuaciones de Lady Gaga, Beyoncé, Ricky Martin, entre otros, han constituido un enorme éxito para los espectadores que han seguido la Super Bowl ya sea en directo o desde sus casas. Para la cultura europea, las actuaciones de los artistas constituyen, como calificaba antes, los prolegómenos del espectáculo deportivo. Para un norteamericano seguramente es un elemento más, y de gran transcendencia, en su experiencia única e irrepetible, en la que luego hay una competencia deportiva. Los resultados del espectáculo deportivo de la final de la Super Bowl, jugada por los Carolina Panthers y los Denver Broncos, no fue del nivel de calidad esperada. En Denver, sin embargo, la valoración del resultado final con el triunfo de los Broncos ha sido sin lugar a dudas distinto del vivido por los seguidores de los Panthers.

El interés por el deporte como forma de entretenimiento ha crecido en los últimos años, como lo hizo la práctica deportiva. El denominado deporte pasivo muestra signos de crecimiento, según puede verse en el avance de resultados de la Encuesta de Hábitos Deportivos que acaba de publicarse (Encuesta de Hábitos Deportivos 2015. Síntesis de resultados).

Los datos, referidos al 2015, señalan que cerca del 80% de los entrevistados es un deportista pasivo, es decir que sigue habitualmente la competición deportiva a través de los medios de cualquiera de los medios de comunicación. Este tipo de contacto con el deporte es más frecuente entre los hombres (91%) que entre las mujeres (73%). El fútbol es el deporte más seguido a través de cualquiera de los medios de comunicación, seguido de los deportes de motor (automovilismo y motociclismo), tenis, baloncesto y ciclismo. Televisión, prensa, internet y radio, por este orden, son los medios preferidos.

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En la encuesta de hábitos deportivos del 2010, el 41% de los entrevistados declaraba seguir las retransmisiones de fútbol de manera habitual (muchas veces o bastantes veces) a través de televisión, radio o internet. Este porcentaje se reduce hasta el 36% en el caso de otras retransmisiones deportivas y es del 30% en el caso del seguimiento de la información deportiva a través de cualquier medio.

Por otra parte, el 37% declara hacerlo pero acudiendo en directo al espectáculo deportivo, siendo de nuevo mayor la tasa observada entre los hombres (46%) que entre las mujeres (28%). Estas cifras, comparadas en la medida de lo posible, con las de la encuesta del 2010, muestran un crecimiento notable. La anterior encuesta, llevada a cabo hace 5 años, proporcionaba una estimación del 27% de los que manifestaban acudir frecuentemente o de cuando en cuando a los espectáculos en directo (el 21% decían que lo hacían de manera esporádica y el 52% restante nunca).

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Las razones para no asistir a un espectáculo deportivo tienen que ver con la falta de interés por el tema, el precio (dinero o sombra, es decir la falta de tiempo) o la comodidad de hacerlo desde casa y/o con amigos en un establecimiento público.

Los más jóvenes, es decir la población comprendida entre los 15 a 24 años de edad, constituyen el grupo con mayor presencia en estadios, polideportivos y similares.

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Las cifras señalan el interés creciente por el hecho deportivo desde la perspectiva de su seguimiento en directo o mediante cualquier medio de comunicación.  Si la correlación entre práctica deportiva y deporte pasivo se mantiene (como se señalaba en los resultados de la encuesta de hábitos del 2010) todo apunta a que el deporte pasivo tiene aún un buen camino para recorrer. Esta senda de crecimiento probablemente seguirá un ritmo creciente si al espectador se le proporcionan nuevos y más sugerentes mecanismos para disfrutar del espectáculo lo que supone un reto para los organizadores de los eventos deportivos y un atractivo para el patrocinio.

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte

UPF Barcelona School of Management

enero 2016

Los hábitos deportivos de los españoles

05/01/2016|

Acaban de publicarse los primeros resultados de la Encuesta de Hábitos Deportivos en España correspondiente al año 2015 (Fuente: Encuesta de Hábitos Deportivos 2015. Síntesis de resultados). El objetivo de este esfuerzo estadístico consiste en proporcionar un conjunto de indicadores relativos a los hábitos y prácticas deportivas de los españoles, dando continuidad a los trabajos realizados en el pasado. Para los autores del trabajo “la participación en el ámbito deportivo ha sido investigada en lo relativo al interés en este sector, a la práctica deportiva en diversas modalidades y a la asistencia a espectáculos deportivos, ya sea de forma presencial o por medios audiovisuales”.  Además se proporcionan datos de los equipamientos deportivos y la vida de las entidades deportivas (asociaciones, clubes y federaciones) así como del interés por el espectáculo deportivo. Las estimaciones surgen de las respuestas de aproximadamente 12 mil entrevistados con representación a nivel de comunidad autónoma.

El 53,5% de la población de 15 años o más declara practicar deporte con alguna frecuencia. El 19,5% dice hacerlo diariamente, cifra que supera ampliamente la registrada en la encuesta del 2010 en la que se cifraba en el 40% la tasa de población que practicaba uno, o varios deportes. La distribución de estas cifras por edad, sexo, nivel de estudios, situación laboral y lugar de residencia no es homogénea. En efecto, las mayores tasas de práctica deportiva se dan en el grupo etario comprendido entre 15 y 19 años (87%); el 59,8% de los hombres practica deporte, mientras que la tasa decae hasta el 47,5% en el caso de las mujeres. Ha crecido en los últimos 5 años de manera espectacular el porcentaje de mujeres que practica deporte, ya que en el 2010 se estimaba en el 31%. Finalmente, por lo que respecta a las variables de clasificación de los individuos, las personas con educación superior muestran tasas de práctica deportiva cercanas al 73%, mientras que entre los de menor nivel de formación la cifra apenas llega al 38,8%.

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La práctica deportiva se hace mayoritariamente en modalidades de tipo individual (58% de los entrevistados, aunque con mayor tasas entre las mujeres), mientras que los deportes colectivos son practicados por el 14% de los entrevistados. El resto no declara preferencias por uno u otro tipo de tipo de práctica deportiva. Las modalidades más practicadas son el ciclismo (39% de los entrevistados señala que lo practicó en algún momento a lo largo del 2015), senderismo y montañismo (32%), carreras a pie (30%), gimnasia intensa o suave (29%, en ambos casos), fútbol 11 ó fútbol 7 (22%), entre otros.

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Uno de los aspectos más interesantes en el análisis de cualquier tipo de práctica es la edad de inicio a la misma y los antecedentes familiares. El 68% de la población española que practica deporte comenzó a hacerlo antes de los 15 años de edad, mientras que tan solo el 3,7% son de vocación tardía, entendiendo por tal concepto que lo empezó a practicar después de los 45 años. Los hombres empezaron a practicar deporte, en general, bastante antes que las mujeres. Por otro lado, destaca que el 34% de los que manifiestan que practican deporte dice que por lo menos uno de sus padres también lo hace, o lo hizo en su momento. Estas cifras superan también ampliamente los registros de la encuesta del 2010 en la que la tasa estimada se situaba cerca del 26%, en el caso de los padres y del 15% entre las madres. Además, entre la población con hijos menores de 18 años en casa, el 42% dice que realiza con ellos alguna práctica deportiva o los acompaña a los entrenamientos (42%) o en las competiciones (35%).

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El 70,6% de la población dice que anda o pasea (más o menos deprisa) por lo menos 10 minutos seguidos, el 69,9% lo hace al menos una vez al mes y el 49% de manera diaria. Entre las mujeres estas tasas son mayores que en el grupo de hombres y en la población adulta (la tasa entre las personas de 55 a 64 años alcanza el 80%). Estos datos son de gran importancia para el diseño de políticas de fomento de la actividad física especialmente entre las personas mayores y sedentarios, con objeto de mejorar su estado de salud.

La disponibilidad de equipamientos en el hogar para la práctica deportiva resulta también interesante de analizar. Destaca, sobre todo, la tasa de bicicletas, balones y raquetas en los hogares españoles, aunque también conviene reseñar el aumento, en relación con la anterior encuesta del 2010, de los equipos de montaña y los aparatos de musculación.

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En cuanto a la pertenencia a entidades deportivas, destaca el hecho que el 9,8% de la población encuestada dispone de al menos una licencia federativa, aspecto mucho más frecuente entre los hombres (casi el 15%) que entre las mujeres y entre los jóvenes de 15 a 19 años (25,7%) que en otros grupos de edad. Una proporción algo mayor, el 17,6%, dice pertenecer como socio a un club deportivo, gimnasio o similar, con mayores tasas entre los de naturaleza pública (11,6%) que privada (6,5%) y entre mujeres (19%) que entre hombres (16%) en el caso de gimnasios. Destaca asimismo la tasa del 7,4% de población que ha llevado a cabo ene l año tareas de voluntariado.

En cuanto a los motivos o limitaciones a la práctica deportiva, objeto de una parte importante de la encuesta, conviene señalar que los motivos principales para hacer deporte destaca la voluntad de estar en forma, seguido del entretenimiento y la salud. Los principales obstáculos para la práctica deportiva residen en la falta de tiempo, de interés y los motivos de salud, por este orden.

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La encuesta se completa con un apartado dedicado al deporte pasivo, es decir a la asistencia a espectáculos, ya sea en directo a través de los medios de comunicación y la lectura de prensa deportiva, a la que dedicaremos otro post en los próximos días.

 

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte

UPF Barcelona School of Management

septiembre 2015

Entorno VURTAC en el sistema deportivo

01/09/2015|

1. El entorno VUCA de los negocios.

A menudo se escucha que las grades corporaciones y organizaciones disponen de recursos suficientes para afrontar los retos del mundo cambiante, pero que adolecen de falta de agilidad y flexibilidad para adaptarse a los nuevos escenarios. En cambio, las pequeñas y medianas empresas son más moldeables pero les falta envergadura, en forma de tamaño, para acometer inversiones que les faculten para innovar ya sea en mercados, productos, servicios o procesos. “Las organizaciones deben construir estructuras versátiles y de huella ligera”, según que señala Charles-Edouard Bouée (Light Footprint Management. Leadership in Times of Change. A&C Black Business Information and Development, 2013) que abrió hace apenas unas semanas el Forum internacional organizado por amec sobre Industria adaptativa. Bouée señala que la estrategia de las organizaciones debe fundamentarse, para hacer frente a los veloces cambios del entorno, en tres pilares distintos pero relacionados: la organización, la innovación y, en tercer lugar, lo que denomina la disposición con lo que se refiere al convencimiento interno de la conveniencia de la adaptación al cambio. Bouée fundamenta sus tesis utilizando el concepto de mundo VUCA en el que vivimos.

VUCA es el acrónimo resultante de cuatro características que definen la situación del mundo en la actualidad y se refiere, respectivamente a la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Los errores o descuidos que no consiguieron evitar los atentados del 11 de setiembre del 2001 hicieron reflexionar muy seriamente a la defensa de los EEUU. La USWAC (US War Army College) acuñó el término VUCA como forma de sintetizar la situación. El mundo vive en un entorno que básicamente es:

• Volátil (V) por lo que tiene de inesperado e inestable.
• Incierto (uncertain, U) en cuanto a lo que va a suceder en el entorno conocido que lleva a preguntarse si lo que hoy en día es válido lo seguirá siendo en el futuro inmediato.
• Complejo (C) para referirse a las interrelaciones cada vez más frecuente entre los distintos integrantes de cualquier sistema y la falta de capacidad habitual para transformar tanta información en conocimiento.
• Ambiguo (A) por la falta de conocimiento entre las causas y sus efectos y las relaciones entre las variables clave en la toma de decisiones. Las situaciones son cada vez distintas y extrapolar el pasado resulta una tarea a menudo infructuosa por falta de precedentes similares a los problemas actuales.

Los ejemplos relativos a la ilustración práctica de VUCA son numerosos pero suelen referirse al mundo empresarial. Los cambios de los precios de los inputs en el sistema productivo y, especialmente, de las materias primas es un caso de volatilidad como lo son también las consecuencias de la desaparición de la oferta de alguno de nuestros proveedores habituales o de algún desastre natural o accidente de impacto mediático importante. La incertidumbre hace que, como afirma Nassim Taleb (El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable. Paidos Ibérica, 2008) lo más improbable acaba siendo lo definitivo, algo que suele acontecer en el impacto que para nuestras decisiones tienen los movimientos de la competencia o de la industria en la que operamos. Las relaciones de poder han cambiado y el pretendido equilibrio de fuerzas entre los bloques occidentales ha sido sustituido por relaciones triangulares como, por ejemplo, las que existen en la actualidad entre Europa, América Latina, especialmente en los países que bañan la costa pacífica y Brasil, y el sudeste asiático, China, Corea del Sur y Japón, lo que significa una situación cada vez más compleja. Esta complejidad también se refiere a la realidad con la que viven muchas organizaciones con diferentes unidades de negocio, numerosos mercados distintos (y no sólo desde el punto de vista geográfico) lo que significa el manejo simultáneo de entornos con regulaciones distintas, condiciones de trabajo y valores culturales diferentes. La ambigüedad, por último, se pone de manifiesto en situaciones como las que viven las empresas españolas (o de cualquier otro lugar del mundo) en relación con el mercado chino. La presencia en China, o en países emergentes, puede abordarse para las empresas como una oportunidad para abaratar el coste de fabricación, pero también como una ocasión para abrir nuevos mercados en un ambiente desconocido pero de dimensiones extremadamente interesantes.

Las consecuencias de la situación descrita se resumen, en opinión de Bouée, en un cambio a la vez tecnológico (por la democratización que supone el fenómeno internet, el significado y alcance del almacenamiento de datos en la nube, los smartphones o la disminución de los costes de la incorporación de la tecnología en nuestras vidas) y sociológico (la velocidad de penetración de las nuevas tecnologías crece de manera espectacular, disponemos del acceso a los servicios de una forma cada vez más ágil y la medida de nuestras necesidades y los modelos de negocio basados en ofertas gratuitas se hace habitual) lo que se traduce en cambios en los hábitos de consumo y el ritmo de crecimiento que pasa de ser lineal a exponencial. Este cambio provoca que, a partir del punto de inflexión, las organizaciones sean disruptivas, es decir que afronten cambios de manera brusca con todas las consecuencias que ello pueda suponer, no solo en el interior de la organización sino en relación con sus stakeholders.

vurtacFuente: C. Bouée. Roland Berger Consultants.

A partir del momento en que la organización (o el producto o servicio) irrumpe en la fase exponencial del crecimiento se producen una serie de efectos que Bouée describe como las 6 D’s:

• Digitalización, que facilita la escalabilidad de la actividad de manera exponencial.
• Decepción, como consecuencia de las diferencia entre las expectativas creadas con las iniciativas digitalizadas ya que en el período inicial la curva de crecimiento tiene un ritmo más lento del esperado. Pasado un tiempo la velocidad de crecimiento empieza a presentar una pendiente mucho mayor que la lineal anterior.
• Disrupción, etapa en la que la competencia real no es otra que la aparición de una nueva starup puesto que, para Bouée los expertos acaban siendo un freno al crecimiento como consecuencia de la innovación.
• Desmaterialización, en el sentido físico de la desaparición de algún tipo de producto, o figurado cuando se trata de servicios.
• Desmonetización, por la pérdida de valor del producto o servicio (si algo no existe no se puede pagar por ello) por la disminución brutal del coste marginal de las acciones de marketing y ventas.
• Democratización en el sentido que un objeto desmaterializado y desmonetizado está al alcance de todos.

Resulta interesante a este respecto la consulta de la obra de Salim Ismail: Exponential Orgqanizations. Why nex organizations are ten times better, faster and cheaper tan yours (and what to do about it), A Singularity University Book, 2014.

2. Caracterización del entorno del sistema deportivo

Si estas reflexiones las trasladamos al sistema deportivo, desde cualquiera de sus ámbitos de actuación (entidades deportivas, gestores de instalaciones deportivas, organización de eventos deportivos, deporte profesional y amateur, fabricantes de materiales y productos para la práctica deportiva, medios de comunicación, juegos y apuestas, etc.), veremos que el entorno VUCA está perfectamente instalado en él. El sistema deportivo, sin embargo, aporta ciertas especificidades que conviene resaltar y que configuran lo que desde nuestra perspectiva constituye un entorno particular que hemos venido en denominar el entorno VURTAC en el deporte y que responde a las siguientes características.

Volatilidad (V). De la misma forma que muchas de las magnitudes económicas presentan en el tiempo fluctuaciones no siempre predecibles mediante la aplicación de técnicas proyectivas, la actividad deportiva está sujeta a una dosis considerable de alteraciones en relación con los comportamientos medios. Las frecuentes variaciones y difícilmente predecibles del precio del combustible afecta tanto a los equipamientos e instalaciones deportivas que consumen importantes cantidades de energía (instalaciones con zonas de agua, estaciones de esquí para los cañones de nieve artificial, campos de golf, iluminación de estadios y arenas, acondicionamiento frente a temperaturas adversas del césped de un estadio), como a los deportistas que de manera individual o colectiva compiten en lugares diferentes y deben asumir los cambios en los precios del transporte.

Incertidumbre (uncertainty) (U). Seguramente cualquier agente en el sistema deportivo es conocedor de la que acompaña sus decisiones. Las cadenas de gimnasios conocían que, en los momentos de grave crisis económica, el gobierno podía modificar el IVA que carga la factura de sus abonados, pero no el momento preciso ni la magnitud de esta modificación que afecta sus cuentas de explotación. De la misma forma, la irrupción en el mercado de ofertas más especializadas y de centros del tipo low cost se ha ido trasladando de unos países a otros, de manera análoga a los cambios en los gustos y las preferencias de los consumidores de los servicios que ofrecen este tipo de centros deportivos.

Recursividad (R). El sistema deportivo es un sistema heterogéneo y complejo. Los agentes que intervienen en el sistema deportivo, tanto desde el punto de vista de la oferta (federaciones, clubes, empresas de servicios deportivos u organizadoras de competiciones, fabricantes de material deportivo y de instalaciones, etc.) como de la demanda (deportistas, espectadores, apostantes) establecen entre ellos un entramado que más se parece a una tela de araña que a un simple diagrama de relaciones unidireccionales. Recursivo, en el sentido que proporciona Taleb (2008), significa que el sistema deportivo tiene un número (creciente) de bucles de retroalimentación que los hechos acaben siendo a su vez la causa de nuevos hechos parecidos (hay más corredores de running o deportes extremos porque, en parte, otros lo hacen; nos atraen los partidos de un deporte en particular puesto que cada vez hay más retransmisiones de esta disciplina deportiva) lo que puede llegar a generar efectos arbitrarios e impredecibles que afectan cada vez a un mayor número de personas. La información fluye con extrema rapidez y hace más costoso, desde cualquier punto de vista, administrar y gestionar la información con objeto de convertirla en conocimiento.

Pensemos por un momento en el amplio conjunto de elementos que acompañan la puesta en marcha de un evento deportivo como, por ejemplo, una carrera popular: convocatoria, inscripción, identificación de participantes, voluntariado, señalización, avituallamiento, seguridad, comunicación, etc., además de la importante decisión de situar la prueba en el momento justo en un calendario más repleto cada día de alternativas (otras carreras en la misma ciudad o proximidad, eventos alternativos con otras formas de entretenimiento.

Cualquier decisión de una entidad deportiva o empresa de servicios deportivos que enfoque su crecimiento a la ampliación de mercados (en lugares geográficamente diferentes, para segmentos distintos) o de productos (ampliación de la cartera de servicios) son situaciones que están impregnadas de considerables dosis de ambigüedad. A menudo, la estrategia de crecimiento de una organización aconseja la expansión de la cartera de servicios, o productos si se trata de un fabricante, como fórmula para diversificar riesgos y asegurar la supervivencia mediante el crecimiento. Puede suceder, sin embargo, que la nueva actividad exija recursos, habilidades y competencias que no son habituales dentro de la organización. Este hecho abre un futuro ambiguo por lo que supone la falta de conocimiento más intenso de la nueva situación y la dificultad de tomar decisiones después de una período de experimentación para evaluar las consecuencias de la línea estratégica marcada por la dirección.

Tecnológicamente avanzado (TA). La incorporación tecnológica en el deporte abarca a prácticamente la totalidad de sus manifestaciones. En la actualidad es habitual que los practicantes del running lo hagan sin utilizar materiales deportivos de última generación, tanto en los elementos que permiten la práctica deportiva más segura, eficaz y de mayor rendimiento, como en el control de sus marcas personales o en los elementos de medición de la actividad realizada. En los acontecimientos deportivos que son objeto de grandes espectáculos mediáticos (ya sea en directo y/o mediante la retransmisión a través de cualquier medio de comunicación) incorporan todo lujo de detalles tecnológicos para que la relación entre el espectáculo deportivo y el espectador sea mucho más estrecha, emocionante y viva hasta constituir, en cada caso, una experiencia inolvidable e irrepetible.

Sin embargo es en el denominado Internet de las cosas (the internet of things) donde se hace más palpable este aspecto. Internet de las cosas constituye un puente virtual entre el mundo físico y digital. El mundo del fitness es un ejemplo magnífico para ejemplarizar este fenómeno. Instrumentos como relojes, pulseras o cintas contienen aplicaciones que permiten tomar medidas de todo tipo de la actividad del deportista. Los expertos estiman que el número de dispositivos conectados a internet se multiplicará por ocho entre 2014 y el final de esta década. Plataformas para la creación de soluciones de formación interactivas, aplicaciones que permiten a los usuarios gestionar su propia actividad, sistemas de reconocimiento biométrico que funcionan mediante cámaras que captan toda la información de manera automática para establecer sistemas de entrenamiento, en tan solo unos pocos segundos (Rainer Wiedmann, Nikola Bachfischer, Matthias Winter: Internet of Things. What are its business capabilities for the fitness industry; Body Life International, 5, 2015; 16-18). Un reciente estudio llevado a cabo por estos mismos autores ha identificado las 100 empresas más comprometidas con el internet de las cosas en el sector deportivo del gran consumo, smart home, aplicaciones domésticas y productos para el deporte. En su investigación han medido dos dimensiones: una relativa a las infraestructuras y otra con la oferta de productos y servicios. Fitbit y Adidas resultaron ser las empresas con mejor performance en una y otra dimensión, seguidas de Nike, Samsung, Jawbone, Apple y Misfit.

Comprometido (C). El sistema deportivo está esencialmente comprometido con la sociedad, en el sentido más amplio del término. Esto significa que, por un lado, los poderes públicos suelen promover la educación física y el deporte, entendiendo de este modo que el deporte es un derecho fundamental, como lo son el derecho a la vida, la educación, la vivienda o igualdad. Desde otro punto de vista, el deporte constituye una oportunidad de desarrollo personal y societario para todos aquellos que, ya sea desde una perspectiva individual o colectiva, contemplan su actividad profesional como deportistas o, acaso, como sociedades que proporcionan todos aquellos elementos que satisfacen las necesidades de los que practican el deporte y/o lo aprovechan como aspecto lúdico para emplear parte de su tiempo de ocio.

El compromiso de los responsables en materia deportiva de las diferentes administraciones públicas se traduce en la necesidad de una articulación, suficientemente amplia y estructurada, para garantizar la posibilidad del acceso a la práctica deportiva de todos los individuos, independientemente de su condición física, edad, género, estado de salud y lugar de residencia. El deporte constituye una herramienta indispensable para la mejora de la calidad de vida de los individuos a la vez que permite “la ocupación del territorio mediante infraestructuras y programas afirmándose como nuevos poderes territoriales” (Daniel Casal Oubiña: Política y Gestión Deportiva en España. Las políticas Públicas del Deporte durante la IX Legislatura (2008-2011); Editorial Académica Española, 2012). Este tipo de compromiso significa, entre otras muchas cosas, el establecimiento el reconocimiento de una situación problemática, la identificación de los objetivos, la selección de las posibles alternativas de acción y la decisión de cuáles van a emprenderse con los recursos disponibles. Un ejemplo de compromiso es el establecimiento de un objetivo concreto relacionado con el aumento de la práctica deportiva por parte de los ciudadanos para que, de esta forma, abandonen progresivamente la vida sedentaria con todas sus nefastas consecuencias.

Desde la perspectiva de la iniciativa privada el compromiso se traduce en el apoyo a las actividades empresariales que facilitan la práctica deportiva. En este ámbito de actuación se inscribe el conjunto del tejido empresarial que fabrica materiales deportivos, construye, mantiene y adecua instalaciones deportivas (tanto de tipo cerrado como, cada vez más, en espacios abiertos y fuera del ámbito urbano) tratando de hacerlo de forma sostenible y respetando el medio ambiente, así como aquellos que se dedican a la gestión de dichas instalaciones, a la organización de eventos de cualquier dimensión, proporcionan valor a las marcas asociadas con el deporte y a los patrocinadores y patrocinados (deportistas, entidades deportivas, competiciones, territorios, etc.) o, desde un enfoque más micro, contribuyen al mejor desarrollo del deportistas (se trate de practicantes del deporte aficionado o en la competición de mayor nivel) con el entrenamiento y la preparación física, el cuidado médico tanto de tipo preventivo como curativo e incluso en la preparación de la estrategia en la competición. En cualquier caso, se trata de actividades empresariales generadoras de empleo directo, como también indirecto (transporte, alojamiento y restauración de los deportistas y de los aficionados, entre otros).

3. Acciones a emprender por parte de empresas y entidades deportivas que conviven en un mundo VURTAC.

¿Cuáles son entonces las recomendaciones para las empresas que hacen los expertos ante el entorno VUCA? ¿cómo se modulan estas recomendaciones en un mundo VURTAC para las empresas y los agentes del sistema deportivo? Una de las principales recomendaciones de Bouée a las empresas es que sepan vivir en el mundo caótico VUCA más que tratar de contentarse con el lamento permanente fruto de la consideración instalada como víctima de la situación. A la volatilidad se le hace frente con anticipación y dedicando recursos para diseñar alternativas de acción. De este modo, se trata de entender de manera ligeramente diferente el dicho popular que señala que “si un problema no tiene solución, para qué preocuparse; y si tiene solución, para que preocuparse (en lugar de “ocuparse”)”. Para poder anticipar cursos de acción alternativos que soslayen los efectos adversos de estos cambios impredecibles es necesario contar con una dotación de recursos suficientes, algo que sobre todo las pequeñas organizaciones no tienen capacidad por sí solas para afrontar. La colaboración entre agentes distintos puede ser una solución interesante al respecto.

Para capear la incertidumbre no hay otro remedio que invertir en el tratamiento inteligente de la información que hay que saber administrar, compartir y utilizar. ¿De qué nos sirve un sistema de información que capture todos los movimientos de nuestros clientes si luego no utilizamos los resultados para mejorar nuestra relación con ellos? Lo que vemos no es necesariamente todo lo que existe. La historia, como señala Taleb (2008) nos oculta a veces los cisnes negros y nos proporciona ideas equivocadas de la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno inesperado.

Si el ámbito en el que actúa la organización es complejo debemos apostar por incorporar recursos con una elevada carga de especialización para estar en condiciones de conocer mejor las relaciones existentes entre las causas y los efectos y los distintos actores en el mercado. La complejidad es manejable, pero hay que saber cómo gestionarla.

Finalmente, la ambigüedad propia de algunas de las consecuencias del curso de una acción exige aprender a realizar ejercicios de experimentación aunque sea a pequeña escala. La economía es una ciencia calificada como de no experimental, pero esto no es óbice para que se haya desarrollado una rama del conocimiento que permite en ciencias sociales la experimentación que sirve para controlar y aislar los efectos de las distintas variables que influyen en un resultado.

Bouée (2015) y Roland Berger Consultants (How survive in the VUCA world. The seven principles of the Ligth Footprint aprroach, 2014) identifican tres áreas claves por donde incidir: se trata de la innovación, la organización y el enfoque decido para hacer realidad la actuación en respuesta a la situación que nos envuelve.

Información convertida en conocimiento, incorporación de nuevos modelos de gestión con un manejo ágil de los datos (técnicas de “big data”), innovación en productos y servicios pero también en procesos y en gestión y, finalmente, mayor relevancia a la aportación de las personas y el funcionamiento de los equipos, resumen algunas de las claves de éxito para compaginar el entorno VURTAC con la permanente vocación de servicio de las organizaciones.

La propia definición del entorno VURTAC nos hace pensar que la intensidad con la que cada una de sus cuatro características influye y condiciona el quehacer de las entidades y empresas deportivas es cambiante con el paso del tiempo y según de qué tipo de organización se trate. Esto nos hace pensar asimismo que las respuestas de los dirigentes deportivos también serán modificables según que este mismo entorno VURTAC evolucione dentro del sistema deportivo y, en general, en los sistemas económicos y empresariales.

Carles Murillo Fort
Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la Barcelona School of Management

marzo 2015

Reus 2014. Repercusiones del Mundial de Patinaje Artístico

18/03/2015|

olotEl Campeonato del Mundo de Patinaje Artístico, celebrado en Reus (@Reus2014oficial) ha celebrado la última de sus actividades con la aprobación de la liquidación de sus cuentas y con la presentación de los resultados del estudio de impacto. Un equipo de investigadores, dirigidos por el profesor Carles Murillo Fort, director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la UPF Barcelona School of Management, ha estimado la repercusión de Reus 2014 bajo tres puntos de vista distintos pero complementarios: la presencia en los medios de comunicación, la opinión de los participantes (deportistas y público asistente) y los efectos económicos derivados de las dos semanas de competición (del 28 de septiembre al 11 de octubre del 2014). El equipo de investigación ha estado formado por las profesoras Misericorda Carles y María LLop, de la Universitat Rovira i Virgili, y un equipo de trabajo profesores y profesionales formados en las aulas de la Barcelona School of Management y la Universitat Pompeu Fabra (Angi Barberà, Angelos Maragos, Xavi Moya y David Planas).

Los resultados de la investigación señalan que el Campeonato Mundial de Patinaje satisfizo ampliamente las expectativas de los deportistas, técnicos y federativos, así como del público asistentes. El grado de satisfacción obtuvo, respectivamente, una calificación de 8,5 y 8,1, en una escala de 0 a 10 puntos. Este notable alto queda refrendado con las cifras de fidelización y recomendación. El 99% del público encuestado manifestó que volvería a asistir a un evento de estas características, mientras que el 95,3% lo recomendaría a sus amigos y conocidos. Entre los deportistas, estos dos mismos conceptos merecieron una calificación del 98% y 90%.

La encuesta de opinión a los participantes preguntaba también sobre diversos detalles del funcionamiento de la competición (instalaciones, atención a las incidencias, confort, voluntariado, horarios, jueces, etc.). Los 19 ítems del cuestionario merecieron más del 85% de valoraciones positivas, tanto en el colectivo del público como en el de los deportistas. Los horarios del campeonato, así como las modificaciones en el programa oficial tuvieron las puntuaciones más bajas aunque, como se señalaba anteriormente, con valoraciones de notable alto. Destacan, como elementos mejor valorados los relativos a la actuación del voluntariado y de los deportistas, así como los aspectos más sustantivos de la organización.

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La presencia en los medios de comunicación analizados en el estudio (una selección de 29 diarios y 99 páginas web, así como las redes sociales) fue acorde con lo que suele acontecer cuando se trata de deportes minoritarios. El número de noticias mientras duró el campeonato fue de 492, mientras que hubo un gran movimiento en redes sociales con más de 608 mil impresiones, 800 seguidores en la cuenta de twitter y cerca de 4.500 menciones del tipo “me gusta” en Facebook. La inmensa mayoría de comentarios fueron positivos lo que corrobora la impresión general que Reus 2014 ha marcado un hito en la celebración de los campeonatos del mundo de patinaje artístico y que la marca Reus ha salido muy reforzada.

El análisis económico parte de los datos del presupuesto y liquidación de los organizadores, así como de la contabilización de los gastos de los deportistas y público asistentes. El campeonato reunió cerca de 1.100 deportistas de más de 30 delegaciones diferentes (entre las que destacan, en cuanto a número de integrantes, la española, italiana, argentina y colombiana) y congregó el interés de aproximadamente 20.000 personas (la mayor parte de las entradas al recinto se vendieron por medios electrónicos).

El gasto directo estimado alcanza los 2,080 millones de euros. El sector económico más beneficiado es, sin lugar a dudas, el de la hostelería (con el 51% del total del gasto directo). Esta cifra se refiere al gasto que ha quedado en el territorio de proximidad a la sede del campeonato, es decir, las comarcas del Baix Camp y Tarragonès. Las ayudas de la administración local, es decir, del ayuntamiento de Reus fue de 120 mil euros. El efecto multiplicador del gasto (inversiones y consumos de bienes y servicios, tanto por parte de los organizadores como por lo que respecta a deportistas y público asistente, provoca un efecto total importante. El multiplicador de la inversión ha sido de 3,22, mientras que el del consumo de bienes y servicios de los participantes es igual a 2,71. En definitiva, esto significa que el efecto total (suma del efecto directo más el efecto indirecto e inducido) alcanza la cifra de 5,5 millones de euros. Estos importes han sido calculados mediante la utilización del marco input-output para la economía catalana, lo que significa que el efecto total se refiere al conjunto de la economía de Cataluña. Los sectores más beneficiados de todo ello son el de la hostelería (22,8%) sobre el gasto total), el comercio (14,8%),el de los servicios a las empresas (14,2%) y los transportes y las comunicaciones (10%).

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