febrero 2016

Los hábitos deportivos de los españoles. La atracción del espectáculo deportivo

11/02/2016|

La Super Bowl ha batido de nuevo récords de atracción mediática en todo el mundo. La celebración de la 50ª edición, celebrada en Santa Clara, California, ha cread grandes expectativas que se han visto refrendadas con un gran espectáculo artístico y deportivo. Los resultados, según que informan los medios de comunicación acreditados, han sido espectaculares, especialmente por lo que respecta a los prolegómenos (las actuaciones de Lady Gaga, Beyoncé, Ricky Martin, entre otros, han constituido un enorme éxito para los espectadores que han seguido la Super Bowl ya sea en directo o desde sus casas. Para la cultura europea, las actuaciones de los artistas constituyen, como calificaba antes, los prolegómenos del espectáculo deportivo. Para un norteamericano seguramente es un elemento más, y de gran transcendencia, en su experiencia única e irrepetible, en la que luego hay una competencia deportiva. Los resultados del espectáculo deportivo de la final de la Super Bowl, jugada por los Carolina Panthers y los Denver Broncos, no fue del nivel de calidad esperada. En Denver, sin embargo, la valoración del resultado final con el triunfo de los Broncos ha sido sin lugar a dudas distinto del vivido por los seguidores de los Panthers.

El interés por el deporte como forma de entretenimiento ha crecido en los últimos años, como lo hizo la práctica deportiva. El denominado deporte pasivo muestra signos de crecimiento, según puede verse en el avance de resultados de la Encuesta de Hábitos Deportivos que acaba de publicarse (Encuesta de Hábitos Deportivos 2015. Síntesis de resultados).

Los datos, referidos al 2015, señalan que cerca del 80% de los entrevistados es un deportista pasivo, es decir que sigue habitualmente la competición deportiva a través de los medios de cualquiera de los medios de comunicación. Este tipo de contacto con el deporte es más frecuente entre los hombres (91%) que entre las mujeres (73%). El fútbol es el deporte más seguido a través de cualquiera de los medios de comunicación, seguido de los deportes de motor (automovilismo y motociclismo), tenis, baloncesto y ciclismo. Televisión, prensa, internet y radio, por este orden, son los medios preferidos.

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En la encuesta de hábitos deportivos del 2010, el 41% de los entrevistados declaraba seguir las retransmisiones de fútbol de manera habitual (muchas veces o bastantes veces) a través de televisión, radio o internet. Este porcentaje se reduce hasta el 36% en el caso de otras retransmisiones deportivas y es del 30% en el caso del seguimiento de la información deportiva a través de cualquier medio.

Por otra parte, el 37% declara hacerlo pero acudiendo en directo al espectáculo deportivo, siendo de nuevo mayor la tasa observada entre los hombres (46%) que entre las mujeres (28%). Estas cifras, comparadas en la medida de lo posible, con las de la encuesta del 2010, muestran un crecimiento notable. La anterior encuesta, llevada a cabo hace 5 años, proporcionaba una estimación del 27% de los que manifestaban acudir frecuentemente o de cuando en cuando a los espectáculos en directo (el 21% decían que lo hacían de manera esporádica y el 52% restante nunca).

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Las razones para no asistir a un espectáculo deportivo tienen que ver con la falta de interés por el tema, el precio (dinero o sombra, es decir la falta de tiempo) o la comodidad de hacerlo desde casa y/o con amigos en un establecimiento público.

Los más jóvenes, es decir la población comprendida entre los 15 a 24 años de edad, constituyen el grupo con mayor presencia en estadios, polideportivos y similares.

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Las cifras señalan el interés creciente por el hecho deportivo desde la perspectiva de su seguimiento en directo o mediante cualquier medio de comunicación.  Si la correlación entre práctica deportiva y deporte pasivo se mantiene (como se señalaba en los resultados de la encuesta de hábitos del 2010) todo apunta a que el deporte pasivo tiene aún un buen camino para recorrer. Esta senda de crecimiento probablemente seguirá un ritmo creciente si al espectador se le proporcionan nuevos y más sugerentes mecanismos para disfrutar del espectáculo lo que supone un reto para los organizadores de los eventos deportivos y un atractivo para el patrocinio.

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte

UPF Barcelona School of Management

enero 2016

Los hábitos deportivos de los españoles

05/01/2016|

Acaban de publicarse los primeros resultados de la Encuesta de Hábitos Deportivos en España correspondiente al año 2015 (Fuente: Encuesta de Hábitos Deportivos 2015. Síntesis de resultados). El objetivo de este esfuerzo estadístico consiste en proporcionar un conjunto de indicadores relativos a los hábitos y prácticas deportivas de los españoles, dando continuidad a los trabajos realizados en el pasado. Para los autores del trabajo “la participación en el ámbito deportivo ha sido investigada en lo relativo al interés en este sector, a la práctica deportiva en diversas modalidades y a la asistencia a espectáculos deportivos, ya sea de forma presencial o por medios audiovisuales”.  Además se proporcionan datos de los equipamientos deportivos y la vida de las entidades deportivas (asociaciones, clubes y federaciones) así como del interés por el espectáculo deportivo. Las estimaciones surgen de las respuestas de aproximadamente 12 mil entrevistados con representación a nivel de comunidad autónoma.

El 53,5% de la población de 15 años o más declara practicar deporte con alguna frecuencia. El 19,5% dice hacerlo diariamente, cifra que supera ampliamente la registrada en la encuesta del 2010 en la que se cifraba en el 40% la tasa de población que practicaba uno, o varios deportes. La distribución de estas cifras por edad, sexo, nivel de estudios, situación laboral y lugar de residencia no es homogénea. En efecto, las mayores tasas de práctica deportiva se dan en el grupo etario comprendido entre 15 y 19 años (87%); el 59,8% de los hombres practica deporte, mientras que la tasa decae hasta el 47,5% en el caso de las mujeres. Ha crecido en los últimos 5 años de manera espectacular el porcentaje de mujeres que practica deporte, ya que en el 2010 se estimaba en el 31%. Finalmente, por lo que respecta a las variables de clasificación de los individuos, las personas con educación superior muestran tasas de práctica deportiva cercanas al 73%, mientras que entre los de menor nivel de formación la cifra apenas llega al 38,8%.

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La práctica deportiva se hace mayoritariamente en modalidades de tipo individual (58% de los entrevistados, aunque con mayor tasas entre las mujeres), mientras que los deportes colectivos son practicados por el 14% de los entrevistados. El resto no declara preferencias por uno u otro tipo de tipo de práctica deportiva. Las modalidades más practicadas son el ciclismo (39% de los entrevistados señala que lo practicó en algún momento a lo largo del 2015), senderismo y montañismo (32%), carreras a pie (30%), gimnasia intensa o suave (29%, en ambos casos), fútbol 11 ó fútbol 7 (22%), entre otros.

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Uno de los aspectos más interesantes en el análisis de cualquier tipo de práctica es la edad de inicio a la misma y los antecedentes familiares. El 68% de la población española que practica deporte comenzó a hacerlo antes de los 15 años de edad, mientras que tan solo el 3,7% son de vocación tardía, entendiendo por tal concepto que lo empezó a practicar después de los 45 años. Los hombres empezaron a practicar deporte, en general, bastante antes que las mujeres. Por otro lado, destaca que el 34% de los que manifiestan que practican deporte dice que por lo menos uno de sus padres también lo hace, o lo hizo en su momento. Estas cifras superan también ampliamente los registros de la encuesta del 2010 en la que la tasa estimada se situaba cerca del 26%, en el caso de los padres y del 15% entre las madres. Además, entre la población con hijos menores de 18 años en casa, el 42% dice que realiza con ellos alguna práctica deportiva o los acompaña a los entrenamientos (42%) o en las competiciones (35%).

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El 70,6% de la población dice que anda o pasea (más o menos deprisa) por lo menos 10 minutos seguidos, el 69,9% lo hace al menos una vez al mes y el 49% de manera diaria. Entre las mujeres estas tasas son mayores que en el grupo de hombres y en la población adulta (la tasa entre las personas de 55 a 64 años alcanza el 80%). Estos datos son de gran importancia para el diseño de políticas de fomento de la actividad física especialmente entre las personas mayores y sedentarios, con objeto de mejorar su estado de salud.

La disponibilidad de equipamientos en el hogar para la práctica deportiva resulta también interesante de analizar. Destaca, sobre todo, la tasa de bicicletas, balones y raquetas en los hogares españoles, aunque también conviene reseñar el aumento, en relación con la anterior encuesta del 2010, de los equipos de montaña y los aparatos de musculación.

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En cuanto a la pertenencia a entidades deportivas, destaca el hecho que el 9,8% de la población encuestada dispone de al menos una licencia federativa, aspecto mucho más frecuente entre los hombres (casi el 15%) que entre las mujeres y entre los jóvenes de 15 a 19 años (25,7%) que en otros grupos de edad. Una proporción algo mayor, el 17,6%, dice pertenecer como socio a un club deportivo, gimnasio o similar, con mayores tasas entre los de naturaleza pública (11,6%) que privada (6,5%) y entre mujeres (19%) que entre hombres (16%) en el caso de gimnasios. Destaca asimismo la tasa del 7,4% de población que ha llevado a cabo ene l año tareas de voluntariado.

En cuanto a los motivos o limitaciones a la práctica deportiva, objeto de una parte importante de la encuesta, conviene señalar que los motivos principales para hacer deporte destaca la voluntad de estar en forma, seguido del entretenimiento y la salud. Los principales obstáculos para la práctica deportiva residen en la falta de tiempo, de interés y los motivos de salud, por este orden.

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La encuesta se completa con un apartado dedicado al deporte pasivo, es decir a la asistencia a espectáculos, ya sea en directo a través de los medios de comunicación y la lectura de prensa deportiva, a la que dedicaremos otro post en los próximos días.

 

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte

UPF Barcelona School of Management

noviembre 2015

Rugby y fútbol: ¿tanto monta, monta tanto?

17/11/2015|

La celebración de la máxima competición internacional de selecciones nacionales en el rugby y en el fútbol suele ser un terreno abonado a los comentarios y valoraciones comparativas de lo que sucede en dichas disciplinas deportivas. Las similitudes y diferencias aluden, en general, a los aspectos más destacados del desarrollo del juego, el comportamiento de los jugadores y aficiones, así como el rol que juegan los jueces del partido. El cuadro siguiente resume un par de artículos al respecto en donde, además, destaca la importancia de la incorporación de los avances tecnológicos en la toma de decisiones de los árbitros en algunos de los lances decisivos del juego. Las competiciones futbolísticas siguen una reglamentación determinada que favorecen poco el uso de las nuevas tecnologías para ayudar a los árbitros en dichas circunstancias. En el rugby, como en el baloncesto, tenis y otros muchos deportes, la tecnología está al servicio del juez y, en definitiva, de la justicia deportiva. Estas innovaciones no restan apenas un gramo de la intensidad de la competición, del ritmo y dinámica en el desarrollo del juego. Afirmar que “de qué íbamos a charlar el lunes después de un partido de fútbol si no se pudiera discutir acerca del acierto, o no, del árbitro en una jugada decisiva” es hacerle un flaco favor al deporte y al espectáculo. Se suele discutir más sobre estos importantes detalles, que de la estrategia y de la táctica seguida por el técnico.

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Sorprende por otro lado, al habitual seguidor del espectáculo futbolístico, ver en acción a los servicios médicos en cualquier partido de rugby atendiendo a un jugador sin que para ello el árbitro detenga el juego, de la misma forma que difícilmente se observan conductas de simulación de una lesión por parte de un jugador. En un partido de fútbol, es frecuente que el árbitro tenga que decidir si el juego prosigue, o no, mientras uno de los futbolistas simula una lesión. En algunos casos, además, cuando el jugador-simulador percibe que el árbitro no le hace caso y puede intervenir en una jugada en provecho de su equipo, se levanta inmediatamente olvidando automáticamente sus dolencias sin que, y esto es lo más jocoso de la situación, sea sancionado por conducta antideportiva y de invitación al engaño por el colegiado. Al cabo de unos minutos, quizás este mismo jugador recibe una amonestación por retrasar el lanzamiento de una falta o discutirse con un adversario. El reconocimiento de los méritos del adversario, tan inusuales en los estadios de fútbol, resulta un fenómeno habitual en los de rugby, como tuvimos oportunidad de contemplar, por ejemplo, en los lances definitivos del campeonato en el estadio londinense de Twickenham.

Si lo que importa, gran pregunta y duda permanente, son los objetivos finales, la relevancia de la trayectoria temporal de un equipo en cualquier disciplina deportiva, debería primar por encima de los resultados de la jornada. En este sentido, las competiciones en donde el sistema de ascensos y descensos resultan complicadas de entender (con cálculos, por ejemplo, de promedio de los resultados de los últimos ejercicios) no hacen más que añadir presión al resultado más inmediato y, como consecuencia, a dilapidar la tarea de los técnicos a los que les acompañan los buenos resultados en el corto plazo. El sistema de competición persigue aumentar la incertidumbre en el resultado e, indirectamente, la expectación que a su vez genera atractivo para el espectador. En el rugby, a menudo, se afirma que el resultado es esperable y que no abundan los imprevistos. La World Cup 2015 ha ofrecido ciertas sorpresas con las victorias de Japón frente a Sudáfrica y emoción a raudales con marcadores muy ajustados, como el 35-34 de Australia con Escocia.

Las cinco cosas que el fútbol puede aprender del rugby

Las cinco cosas que el rugby puede aprender del fútbol

Aprovechamiento de la tecnología Profesionalismo de la competición
Información transparente Sistema de competición
Respeto a los árbitros El talento además de la fuerza
Pasión por la camiseta Incertidumbre en el resultado
La importancia de la trayectoria Autocrítica
La intensidad del espectáculo Profesionalización en la gestión

Para Búsico “el rugby conserva esta “hidalguía” que no es de su propiedad sino del deporte en general” que lo sintetiza en la dupla “pasión y respeto”. El espectáculo, sin embargo, resulta vibrante y de una intensidad inusitada. “En el fútbol, señala Carlin, uno puede especular más, por ejemplo pasándose la pelota en su propio campo de acá para allá con poco riesgo. En el rugby hay más pausas, es cierto, pero cuando la pelota está en juego cada segundo vale… Los jugadores tendrán pinta de trogloditas, varios de ellos, pero deben estar permanentemente haciendo cálculos que requieren un alto grado de rapidez mental”.

En definitiva, estamos antes dos disciplinas deportivas hasta cierto punto similares pero con rasgos distintivos muy característicos. Los dirigentes de una y otra disciplina deberían hacer un alto en sus respectivos caminos y tratar de inspirarse en las fortalezas de los otros. No con ánimo de exportar ni copiar directamente sino de, muy sutilmente, sacar provecho de las lecciones aprendidas.

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas de la UPF  – Barcelona School of Management

 

Notas.

http://mundod.lavoz.com.ar/rugby/cinco-cosas-que-el-rugby-podria-aprender-del-futbol

http://mundod.lavoz.com.ar/futbol/cinco-cosas-que-el-futbol-podria-tomar-del-rugby

Carlin, J. Rugby vs fútbol: http://deportes.elpais.com/deportes/2015/11/01/actualidad/1446397936_213790.html)

http://canchallena.lanacion.com.ar/m1/1840729-los-pumas-estan-ante-el-desafio-de-aprovechar-lecciones-para-el-futuro

Agüero, S. y Pérez-Triviño, J.L.: http://www.futbolyfilosofia.com/#!%C2%BFQu%C3%A9-podr%C3%ADa-aprender-el-f%C3%BAtbol-del-rugby/c210t/55b757b90cf26fc16f3065ff

septiembre 2015

Entorno VURTAC en el sistema deportivo

01/09/2015|

1. El entorno VUCA de los negocios.

A menudo se escucha que las grades corporaciones y organizaciones disponen de recursos suficientes para afrontar los retos del mundo cambiante, pero que adolecen de falta de agilidad y flexibilidad para adaptarse a los nuevos escenarios. En cambio, las pequeñas y medianas empresas son más moldeables pero les falta envergadura, en forma de tamaño, para acometer inversiones que les faculten para innovar ya sea en mercados, productos, servicios o procesos. “Las organizaciones deben construir estructuras versátiles y de huella ligera”, según que señala Charles-Edouard Bouée (Light Footprint Management. Leadership in Times of Change. A&C Black Business Information and Development, 2013) que abrió hace apenas unas semanas el Forum internacional organizado por amec sobre Industria adaptativa. Bouée señala que la estrategia de las organizaciones debe fundamentarse, para hacer frente a los veloces cambios del entorno, en tres pilares distintos pero relacionados: la organización, la innovación y, en tercer lugar, lo que denomina la disposición con lo que se refiere al convencimiento interno de la conveniencia de la adaptación al cambio. Bouée fundamenta sus tesis utilizando el concepto de mundo VUCA en el que vivimos.

VUCA es el acrónimo resultante de cuatro características que definen la situación del mundo en la actualidad y se refiere, respectivamente a la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Los errores o descuidos que no consiguieron evitar los atentados del 11 de setiembre del 2001 hicieron reflexionar muy seriamente a la defensa de los EEUU. La USWAC (US War Army College) acuñó el término VUCA como forma de sintetizar la situación. El mundo vive en un entorno que básicamente es:

• Volátil (V) por lo que tiene de inesperado e inestable.
• Incierto (uncertain, U) en cuanto a lo que va a suceder en el entorno conocido que lleva a preguntarse si lo que hoy en día es válido lo seguirá siendo en el futuro inmediato.
• Complejo (C) para referirse a las interrelaciones cada vez más frecuente entre los distintos integrantes de cualquier sistema y la falta de capacidad habitual para transformar tanta información en conocimiento.
• Ambiguo (A) por la falta de conocimiento entre las causas y sus efectos y las relaciones entre las variables clave en la toma de decisiones. Las situaciones son cada vez distintas y extrapolar el pasado resulta una tarea a menudo infructuosa por falta de precedentes similares a los problemas actuales.

Los ejemplos relativos a la ilustración práctica de VUCA son numerosos pero suelen referirse al mundo empresarial. Los cambios de los precios de los inputs en el sistema productivo y, especialmente, de las materias primas es un caso de volatilidad como lo son también las consecuencias de la desaparición de la oferta de alguno de nuestros proveedores habituales o de algún desastre natural o accidente de impacto mediático importante. La incertidumbre hace que, como afirma Nassim Taleb (El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable. Paidos Ibérica, 2008) lo más improbable acaba siendo lo definitivo, algo que suele acontecer en el impacto que para nuestras decisiones tienen los movimientos de la competencia o de la industria en la que operamos. Las relaciones de poder han cambiado y el pretendido equilibrio de fuerzas entre los bloques occidentales ha sido sustituido por relaciones triangulares como, por ejemplo, las que existen en la actualidad entre Europa, América Latina, especialmente en los países que bañan la costa pacífica y Brasil, y el sudeste asiático, China, Corea del Sur y Japón, lo que significa una situación cada vez más compleja. Esta complejidad también se refiere a la realidad con la que viven muchas organizaciones con diferentes unidades de negocio, numerosos mercados distintos (y no sólo desde el punto de vista geográfico) lo que significa el manejo simultáneo de entornos con regulaciones distintas, condiciones de trabajo y valores culturales diferentes. La ambigüedad, por último, se pone de manifiesto en situaciones como las que viven las empresas españolas (o de cualquier otro lugar del mundo) en relación con el mercado chino. La presencia en China, o en países emergentes, puede abordarse para las empresas como una oportunidad para abaratar el coste de fabricación, pero también como una ocasión para abrir nuevos mercados en un ambiente desconocido pero de dimensiones extremadamente interesantes.

Las consecuencias de la situación descrita se resumen, en opinión de Bouée, en un cambio a la vez tecnológico (por la democratización que supone el fenómeno internet, el significado y alcance del almacenamiento de datos en la nube, los smartphones o la disminución de los costes de la incorporación de la tecnología en nuestras vidas) y sociológico (la velocidad de penetración de las nuevas tecnologías crece de manera espectacular, disponemos del acceso a los servicios de una forma cada vez más ágil y la medida de nuestras necesidades y los modelos de negocio basados en ofertas gratuitas se hace habitual) lo que se traduce en cambios en los hábitos de consumo y el ritmo de crecimiento que pasa de ser lineal a exponencial. Este cambio provoca que, a partir del punto de inflexión, las organizaciones sean disruptivas, es decir que afronten cambios de manera brusca con todas las consecuencias que ello pueda suponer, no solo en el interior de la organización sino en relación con sus stakeholders.

vurtacFuente: C. Bouée. Roland Berger Consultants.

A partir del momento en que la organización (o el producto o servicio) irrumpe en la fase exponencial del crecimiento se producen una serie de efectos que Bouée describe como las 6 D’s:

• Digitalización, que facilita la escalabilidad de la actividad de manera exponencial.
• Decepción, como consecuencia de las diferencia entre las expectativas creadas con las iniciativas digitalizadas ya que en el período inicial la curva de crecimiento tiene un ritmo más lento del esperado. Pasado un tiempo la velocidad de crecimiento empieza a presentar una pendiente mucho mayor que la lineal anterior.
• Disrupción, etapa en la que la competencia real no es otra que la aparición de una nueva starup puesto que, para Bouée los expertos acaban siendo un freno al crecimiento como consecuencia de la innovación.
• Desmaterialización, en el sentido físico de la desaparición de algún tipo de producto, o figurado cuando se trata de servicios.
• Desmonetización, por la pérdida de valor del producto o servicio (si algo no existe no se puede pagar por ello) por la disminución brutal del coste marginal de las acciones de marketing y ventas.
• Democratización en el sentido que un objeto desmaterializado y desmonetizado está al alcance de todos.

Resulta interesante a este respecto la consulta de la obra de Salim Ismail: Exponential Orgqanizations. Why nex organizations are ten times better, faster and cheaper tan yours (and what to do about it), A Singularity University Book, 2014.

2. Caracterización del entorno del sistema deportivo

Si estas reflexiones las trasladamos al sistema deportivo, desde cualquiera de sus ámbitos de actuación (entidades deportivas, gestores de instalaciones deportivas, organización de eventos deportivos, deporte profesional y amateur, fabricantes de materiales y productos para la práctica deportiva, medios de comunicación, juegos y apuestas, etc.), veremos que el entorno VUCA está perfectamente instalado en él. El sistema deportivo, sin embargo, aporta ciertas especificidades que conviene resaltar y que configuran lo que desde nuestra perspectiva constituye un entorno particular que hemos venido en denominar el entorno VURTAC en el deporte y que responde a las siguientes características.

Volatilidad (V). De la misma forma que muchas de las magnitudes económicas presentan en el tiempo fluctuaciones no siempre predecibles mediante la aplicación de técnicas proyectivas, la actividad deportiva está sujeta a una dosis considerable de alteraciones en relación con los comportamientos medios. Las frecuentes variaciones y difícilmente predecibles del precio del combustible afecta tanto a los equipamientos e instalaciones deportivas que consumen importantes cantidades de energía (instalaciones con zonas de agua, estaciones de esquí para los cañones de nieve artificial, campos de golf, iluminación de estadios y arenas, acondicionamiento frente a temperaturas adversas del césped de un estadio), como a los deportistas que de manera individual o colectiva compiten en lugares diferentes y deben asumir los cambios en los precios del transporte.

Incertidumbre (uncertainty) (U). Seguramente cualquier agente en el sistema deportivo es conocedor de la que acompaña sus decisiones. Las cadenas de gimnasios conocían que, en los momentos de grave crisis económica, el gobierno podía modificar el IVA que carga la factura de sus abonados, pero no el momento preciso ni la magnitud de esta modificación que afecta sus cuentas de explotación. De la misma forma, la irrupción en el mercado de ofertas más especializadas y de centros del tipo low cost se ha ido trasladando de unos países a otros, de manera análoga a los cambios en los gustos y las preferencias de los consumidores de los servicios que ofrecen este tipo de centros deportivos.

Recursividad (R). El sistema deportivo es un sistema heterogéneo y complejo. Los agentes que intervienen en el sistema deportivo, tanto desde el punto de vista de la oferta (federaciones, clubes, empresas de servicios deportivos u organizadoras de competiciones, fabricantes de material deportivo y de instalaciones, etc.) como de la demanda (deportistas, espectadores, apostantes) establecen entre ellos un entramado que más se parece a una tela de araña que a un simple diagrama de relaciones unidireccionales. Recursivo, en el sentido que proporciona Taleb (2008), significa que el sistema deportivo tiene un número (creciente) de bucles de retroalimentación que los hechos acaben siendo a su vez la causa de nuevos hechos parecidos (hay más corredores de running o deportes extremos porque, en parte, otros lo hacen; nos atraen los partidos de un deporte en particular puesto que cada vez hay más retransmisiones de esta disciplina deportiva) lo que puede llegar a generar efectos arbitrarios e impredecibles que afectan cada vez a un mayor número de personas. La información fluye con extrema rapidez y hace más costoso, desde cualquier punto de vista, administrar y gestionar la información con objeto de convertirla en conocimiento.

Pensemos por un momento en el amplio conjunto de elementos que acompañan la puesta en marcha de un evento deportivo como, por ejemplo, una carrera popular: convocatoria, inscripción, identificación de participantes, voluntariado, señalización, avituallamiento, seguridad, comunicación, etc., además de la importante decisión de situar la prueba en el momento justo en un calendario más repleto cada día de alternativas (otras carreras en la misma ciudad o proximidad, eventos alternativos con otras formas de entretenimiento.

Cualquier decisión de una entidad deportiva o empresa de servicios deportivos que enfoque su crecimiento a la ampliación de mercados (en lugares geográficamente diferentes, para segmentos distintos) o de productos (ampliación de la cartera de servicios) son situaciones que están impregnadas de considerables dosis de ambigüedad. A menudo, la estrategia de crecimiento de una organización aconseja la expansión de la cartera de servicios, o productos si se trata de un fabricante, como fórmula para diversificar riesgos y asegurar la supervivencia mediante el crecimiento. Puede suceder, sin embargo, que la nueva actividad exija recursos, habilidades y competencias que no son habituales dentro de la organización. Este hecho abre un futuro ambiguo por lo que supone la falta de conocimiento más intenso de la nueva situación y la dificultad de tomar decisiones después de una período de experimentación para evaluar las consecuencias de la línea estratégica marcada por la dirección.

Tecnológicamente avanzado (TA). La incorporación tecnológica en el deporte abarca a prácticamente la totalidad de sus manifestaciones. En la actualidad es habitual que los practicantes del running lo hagan sin utilizar materiales deportivos de última generación, tanto en los elementos que permiten la práctica deportiva más segura, eficaz y de mayor rendimiento, como en el control de sus marcas personales o en los elementos de medición de la actividad realizada. En los acontecimientos deportivos que son objeto de grandes espectáculos mediáticos (ya sea en directo y/o mediante la retransmisión a través de cualquier medio de comunicación) incorporan todo lujo de detalles tecnológicos para que la relación entre el espectáculo deportivo y el espectador sea mucho más estrecha, emocionante y viva hasta constituir, en cada caso, una experiencia inolvidable e irrepetible.

Sin embargo es en el denominado Internet de las cosas (the internet of things) donde se hace más palpable este aspecto. Internet de las cosas constituye un puente virtual entre el mundo físico y digital. El mundo del fitness es un ejemplo magnífico para ejemplarizar este fenómeno. Instrumentos como relojes, pulseras o cintas contienen aplicaciones que permiten tomar medidas de todo tipo de la actividad del deportista. Los expertos estiman que el número de dispositivos conectados a internet se multiplicará por ocho entre 2014 y el final de esta década. Plataformas para la creación de soluciones de formación interactivas, aplicaciones que permiten a los usuarios gestionar su propia actividad, sistemas de reconocimiento biométrico que funcionan mediante cámaras que captan toda la información de manera automática para establecer sistemas de entrenamiento, en tan solo unos pocos segundos (Rainer Wiedmann, Nikola Bachfischer, Matthias Winter: Internet of Things. What are its business capabilities for the fitness industry; Body Life International, 5, 2015; 16-18). Un reciente estudio llevado a cabo por estos mismos autores ha identificado las 100 empresas más comprometidas con el internet de las cosas en el sector deportivo del gran consumo, smart home, aplicaciones domésticas y productos para el deporte. En su investigación han medido dos dimensiones: una relativa a las infraestructuras y otra con la oferta de productos y servicios. Fitbit y Adidas resultaron ser las empresas con mejor performance en una y otra dimensión, seguidas de Nike, Samsung, Jawbone, Apple y Misfit.

Comprometido (C). El sistema deportivo está esencialmente comprometido con la sociedad, en el sentido más amplio del término. Esto significa que, por un lado, los poderes públicos suelen promover la educación física y el deporte, entendiendo de este modo que el deporte es un derecho fundamental, como lo son el derecho a la vida, la educación, la vivienda o igualdad. Desde otro punto de vista, el deporte constituye una oportunidad de desarrollo personal y societario para todos aquellos que, ya sea desde una perspectiva individual o colectiva, contemplan su actividad profesional como deportistas o, acaso, como sociedades que proporcionan todos aquellos elementos que satisfacen las necesidades de los que practican el deporte y/o lo aprovechan como aspecto lúdico para emplear parte de su tiempo de ocio.

El compromiso de los responsables en materia deportiva de las diferentes administraciones públicas se traduce en la necesidad de una articulación, suficientemente amplia y estructurada, para garantizar la posibilidad del acceso a la práctica deportiva de todos los individuos, independientemente de su condición física, edad, género, estado de salud y lugar de residencia. El deporte constituye una herramienta indispensable para la mejora de la calidad de vida de los individuos a la vez que permite “la ocupación del territorio mediante infraestructuras y programas afirmándose como nuevos poderes territoriales” (Daniel Casal Oubiña: Política y Gestión Deportiva en España. Las políticas Públicas del Deporte durante la IX Legislatura (2008-2011); Editorial Académica Española, 2012). Este tipo de compromiso significa, entre otras muchas cosas, el establecimiento el reconocimiento de una situación problemática, la identificación de los objetivos, la selección de las posibles alternativas de acción y la decisión de cuáles van a emprenderse con los recursos disponibles. Un ejemplo de compromiso es el establecimiento de un objetivo concreto relacionado con el aumento de la práctica deportiva por parte de los ciudadanos para que, de esta forma, abandonen progresivamente la vida sedentaria con todas sus nefastas consecuencias.

Desde la perspectiva de la iniciativa privada el compromiso se traduce en el apoyo a las actividades empresariales que facilitan la práctica deportiva. En este ámbito de actuación se inscribe el conjunto del tejido empresarial que fabrica materiales deportivos, construye, mantiene y adecua instalaciones deportivas (tanto de tipo cerrado como, cada vez más, en espacios abiertos y fuera del ámbito urbano) tratando de hacerlo de forma sostenible y respetando el medio ambiente, así como aquellos que se dedican a la gestión de dichas instalaciones, a la organización de eventos de cualquier dimensión, proporcionan valor a las marcas asociadas con el deporte y a los patrocinadores y patrocinados (deportistas, entidades deportivas, competiciones, territorios, etc.) o, desde un enfoque más micro, contribuyen al mejor desarrollo del deportistas (se trate de practicantes del deporte aficionado o en la competición de mayor nivel) con el entrenamiento y la preparación física, el cuidado médico tanto de tipo preventivo como curativo e incluso en la preparación de la estrategia en la competición. En cualquier caso, se trata de actividades empresariales generadoras de empleo directo, como también indirecto (transporte, alojamiento y restauración de los deportistas y de los aficionados, entre otros).

3. Acciones a emprender por parte de empresas y entidades deportivas que conviven en un mundo VURTAC.

¿Cuáles son entonces las recomendaciones para las empresas que hacen los expertos ante el entorno VUCA? ¿cómo se modulan estas recomendaciones en un mundo VURTAC para las empresas y los agentes del sistema deportivo? Una de las principales recomendaciones de Bouée a las empresas es que sepan vivir en el mundo caótico VUCA más que tratar de contentarse con el lamento permanente fruto de la consideración instalada como víctima de la situación. A la volatilidad se le hace frente con anticipación y dedicando recursos para diseñar alternativas de acción. De este modo, se trata de entender de manera ligeramente diferente el dicho popular que señala que “si un problema no tiene solución, para qué preocuparse; y si tiene solución, para que preocuparse (en lugar de “ocuparse”)”. Para poder anticipar cursos de acción alternativos que soslayen los efectos adversos de estos cambios impredecibles es necesario contar con una dotación de recursos suficientes, algo que sobre todo las pequeñas organizaciones no tienen capacidad por sí solas para afrontar. La colaboración entre agentes distintos puede ser una solución interesante al respecto.

Para capear la incertidumbre no hay otro remedio que invertir en el tratamiento inteligente de la información que hay que saber administrar, compartir y utilizar. ¿De qué nos sirve un sistema de información que capture todos los movimientos de nuestros clientes si luego no utilizamos los resultados para mejorar nuestra relación con ellos? Lo que vemos no es necesariamente todo lo que existe. La historia, como señala Taleb (2008) nos oculta a veces los cisnes negros y nos proporciona ideas equivocadas de la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno inesperado.

Si el ámbito en el que actúa la organización es complejo debemos apostar por incorporar recursos con una elevada carga de especialización para estar en condiciones de conocer mejor las relaciones existentes entre las causas y los efectos y los distintos actores en el mercado. La complejidad es manejable, pero hay que saber cómo gestionarla.

Finalmente, la ambigüedad propia de algunas de las consecuencias del curso de una acción exige aprender a realizar ejercicios de experimentación aunque sea a pequeña escala. La economía es una ciencia calificada como de no experimental, pero esto no es óbice para que se haya desarrollado una rama del conocimiento que permite en ciencias sociales la experimentación que sirve para controlar y aislar los efectos de las distintas variables que influyen en un resultado.

Bouée (2015) y Roland Berger Consultants (How survive in the VUCA world. The seven principles of the Ligth Footprint aprroach, 2014) identifican tres áreas claves por donde incidir: se trata de la innovación, la organización y el enfoque decido para hacer realidad la actuación en respuesta a la situación que nos envuelve.

Información convertida en conocimiento, incorporación de nuevos modelos de gestión con un manejo ágil de los datos (técnicas de “big data”), innovación en productos y servicios pero también en procesos y en gestión y, finalmente, mayor relevancia a la aportación de las personas y el funcionamiento de los equipos, resumen algunas de las claves de éxito para compaginar el entorno VURTAC con la permanente vocación de servicio de las organizaciones.

La propia definición del entorno VURTAC nos hace pensar que la intensidad con la que cada una de sus cuatro características influye y condiciona el quehacer de las entidades y empresas deportivas es cambiante con el paso del tiempo y según de qué tipo de organización se trate. Esto nos hace pensar asimismo que las respuestas de los dirigentes deportivos también serán modificables según que este mismo entorno VURTAC evolucione dentro del sistema deportivo y, en general, en los sistemas económicos y empresariales.

Carles Murillo Fort
Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la Barcelona School of Management

marzo 2015

El sur también existe en la UEFA Champions League: 7 a 1

20/03/2015|

Numerosos estudios señalan la existencia de una correlación positiva muy fuerte entre la inversión en talento de los clubes y los resultados deportivos. En los últimos años los clubes de la Premier League inglesa han gastado más que sus adversarios continentales. El valor de los derechos de la retransmisión de la competición inglesa permite, además de los ingresos por patrocinio, ticketing, merchandising y aportaciones de capital del exterior, que el talento se mueva en dirección hacia los clubes de la Premier. Los derechos de televisión en la Premier League ascendieron, en la última temporada, a 1825 millones de euros. Ninguna de las otras grandes ligas alcanza siquiera la mitad de esta cuantía: la liga italiana (Serie A) reparte entre sus clubes 864 millones, la liga española 755, la Bundesliga se queda en 495 y, finalmente, la liga francesa alcanza los 488 millones de euros. El mercado de traspasos de las últimas temporadas también nos da una idea del movimiento de capitales para hacerse con los mejores deportistas. También en este apartado, la Premier League supera ampliamente a las otras grandes ligas europeas. La inversión acumulada en las ventanas de verano del 2014 e invierno del 2015 alcanzó la cifra de 1.190 millones de euros entre todos los clubes de la Premier, mientras que en la LFP el valor de las inversiones se cifró en 559 millones. La Bundesliga y Serie A quedan en, respectivamente, en 364 y 348 millones de euros, apenas un poco más de un tercio del volumen de las inversiones de los clubes ingleses.

Valor de los traspasos en las 5 grandes ligas europeas (millones de euros)

soccerexFuente: Soccerex Transfer Review 2015 winter.

Sin embargo, la UEFA Champions League  no verá ningún equipo de la Premier entre los cuarto finalistas de la competición que terminará a principios de junio de este año 2015 en Berlín. No es una situación nueva, sucedió algo parecido en el 2012-2013. En los últimos 10 años de la UCHL, incluyendo la presente edición, la Premier ha estado representada dos veces con 4 equipos (2008 y 2009), otras dos con 3 equipos (2007 y 2011), dos más con 2 equipos (2010 y 2014) y dos (2006 y 2012) con tan solo un equipo, es decir 6 de 10 veces con 2 ó más equipos entre los 8 que llegan a los cuartos de final. El total de presencias de equipos de la Premier y de la Liga de Futbol Profesional española en cuartos de final es de 20 equipos cada una de ellas, es decir que entre ambas suponen la mitad del total de equipos. A considerable distancia encontramos a los equipos alemanes (con 12 presencias en cuartos de final), el calcio italiano con 11 y la liga francesa con 8.

Resulta relativamente sorprendente esta ausencia de los poderosos clubes ingleses en los cuartos de final de la UCHL en la presenta edición, lo que nos permite señalar que, en promedio, la relación entre valor del talento (o tamaño económico expresado en cifras de facturación total o de proporción de ingresos dedicados a salario de los deportistas) también es válida en esta competición, aunque no se satisfaga en una temporada en particular.

Otra circunstancia curiosa es la distribución geográfica de los equipos que han alcanzado hoy los cuartos de final de la UEFA Champions League, en comparación con los sucedido en las últimas ediciones. Los equipos de países del sur de Europa y del Mediterráneo acaparan 7 de las ocho plazas en cuartos. El otro equipo es alemán, el Bayern de Munich. Nunca, desde la edición del 2005-2006, hubo un reparto tan desequilibrado a favor de los clubes del sur que, por otro lado, siempre tuvieron presencia destacada. En la temporada 2005-2006 llegaron también a cuartos de final 7 equipos del sur: 3 equipos italianos (AC Milan, Internazionalle y Juventus), 2 españoles (FC Barcelona –que luego terminó campeón- y Villarreal), uno francés (Olympique Lyon) y otro portugués (Benfica), además del Arsenal (finalista) inglés. Las temporadas que terminan el 2012 y 2013 vieron a 6 equipos del sur de Europa en cuartos de final, otras dos temporadas hubo 4 y en las 4 restantes solo tres representantes del sur del continente. Siempre, por consiguiente, el fútbol de los países latinos y del ribereños del mediterráneo tuvieron una importante participación en la fase decisiva de la competición. ¿Tendrá que ver con la presencia permanente de jugadores autóctonos junto a las grandes figuras de cualquier lugar del mundo o acaso que el modelo de equipo no se resuelve solamente a golpe de talonario?

Carles Murillo Fort
Director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte
UPF Barcelona School of Management

diciembre 2014

¿Quién debe responder a las preguntas de la violencia en el fútbol?

10/12/2014|

En Soccernomics se pone de manifiesto que el gran auge del fútbol y de los clubes se produjo en plena revolución industrial, cuando los habitantes del campo emigraban a las ciudades para trabajar en la industria. Estos recién llegados tomaron el fútbol como su forma de inclusión en la ciudad. Ese apoyo masivo a principios de siglo ha conseguido que las ciudades industriales como Milán, Barcelona, Manchester, Liverpool o Munich tengan los mejores equipos del continente. Ninguna capital europea democrática había visto a su equipo levantar una Copa de Europa hasta que lo hace el Real Madrid en el año 98. Solo el Chelsea en 2012 pudo unirse a esta selecta lista. ¿Cómo puede ser que París, Roma o Berlín no sepan lo que es celebrar una Champions? ¿Está el problema en sus hinchas?

Se empeñan en vendernos que los ultras son esos violentos extremistas maleducados y que buscan peleas. Sin embargo yo opino diferente. No estoy en contra de los ultras, porque me parece un problema de semántica, la palabra ultra tiene connotaciones negativas y de violencia. No niego que la violencia se esconde al amparo de estos grupos, pero es solo un reducto de impresentables dentro de un colectivo generoso y desprendido y que proviene de aquellos obreros que animaban al equipo de la ciudad en donde vivían para saberse integrados dentro de ella y que convirtieron a sus equipos en las grandes potencias futbolísticas del continente.

La pasada semana veíamos como dos grupos de violentos se pegaban hasta la muerte en la previa de un partido, que ha acabado desembocando en una crisis institucional en uno de los equipos afectados, el Dépor y con las instituciones como la LFP o el CSD dando palos de ciego en todas las direcciones a la hora de tomar medidas que eliminen la violencia de los estadios.

Para ir girando el foco hacia la solución del problema, podemos hacer una pequeña parada en el Deportivo. Un club dónde a raíz de la violencia, ha habido una ruptura social entre el aficionado medio, los Riazor Blues, la directiva y el equipo. Desde el primer día podría haberse solucionado si el Club hubiera acercado su postura a los Riazor Blues y les hubiera propuesto un comunicado conjunto. Los Riazor Blues deberían comprometerse a acabar con la violencia en su grupo, a no dar cabida a hinchas que participaron en la pelea de Madrid o con antecedentes y su desvinculación de las ideas políticas de extrema izquierda. El Club debería, asimismo, comprometerse a apoyarlos de forma pública, institucional y como una peña más del equipo. Siempre bajo la tajante condición de NO-VIOLENCIA.

En un nivel más general, para que el fenómeno de los ultras violentos de los campos se reduzca tiene que haber una coordinación entre clubes, instituciones y fuerzas del Estado, y los Medios de Comunicación. Me centraré en estos últimos.

El desarrollo de los Ultras en España nace en la década de los 80, poco después del nacimiento del Diario Sport en el año 79, que se unía al pionero Mundo Deportivo en Barcelona y del AS en el año 67, que competiría con el veterano Marca en Madrid. De repente, cambió el foco del terreno de juego a la grada. Las cuatro cabeceras trataban de ganarse al hincha-consumidor identificándolo como parte del espectáculo, dándoles titulares a aquellos que hacían lo que fuera necesario para convertirse en parte del espectáculo. Los violentos agazapados entre los ultras encontraron su trampolín perfecto para darse a conocer y se hicieron con el poder de esos grupos. La única manera de descabezar ese poder es despolitizando los grupos ultras, y no dándoles ningún tipo de protagonismo en los medios y por tanto, en el debate público.

Sin embargo los medios de comunicación siguen hoy en día dando cabida a ese tipo de periodistas-ultras incluso en sus páginas. Profesionales que utilizan la violencia de la palabra defendiendo a un entrenador que agrede a otro metiéndole el dedo en el ojo, a un jugador que tiene un comportamiento racista o a otro con un juicio por violencia de género. Los defienden solo porque son de su equipo, fomentando un insoportable clima de enfrentamiento, confrontación y violencia. Los escudos van ganando la partida a las ideas.

Asimismo, hacen apología de la incultura. No son capaces de comentar otros deportes, de informar de otras disciplinas, de hablar de otro tipo de deportistas. Por poner un ejemplo, se trata a Mireia Belmonte como un fenómeno por sus estelares actuaciones, y ponen imágenes de ella en el pódium recibiendo la medalla. Ni una imagen de ella nadando, ni una explicación de cómo ha sido su entrenamiento o su preparación o de quienes han sido sus rivales, qué se ha encontrado en las rondas previas, etc. Sin embargo podemos ver a Rakitic cambiando la silla del bebé de coche mientras un periodista del Madrid y otro del Barça discuten sobre si es la silla adecuada para un Audi o un completo reportaje de la cena del personal de Administración y Servicios del Real Madrid en un restaurante donde estaba prohibida la entrada a periodistas, analizando minuto a minuto los cánticos y las conversaciones entre el utillero y el taquillero.

Siendo los medios más vistos, comprados, leídos, reconocidos en España, siendo creadores de ideas, los responsables de los argumentarios de la mayoría de los hinchas… ¿Por qué no un pacto en dónde se encauce este problema a través de la culturización del deporte en prensa escrita y audiovisual? ¿Por qué no un acuerdo entre ellos para fomentar los valores del deporte y de su potencial socializador? ¿Por qué no dar cabida a la cultura relacionada con el deporte? Iniciativas como Líbero, UnderGround Football, Proyecto Panenka son ejemplos plausibles de que el deporte y la cultura pueden ir de la mano. Y deben. Cualquier medida desde los clubes o las instituciones va a ser nula o de escasa importancia si los medios de comunicación no se implican como parte responsable y mantienen sus micrófonos y páginas al servicio de auténticos maestros de la manipulación, del servilismo y de la zafiedad y la incultura.

Es el momento de enfocar este problema de forma global. Desde el principio hasta el final, y hay que entender que la violencia empieza en los estudios y acaba en los estadios.

Empecemos por el principio.

Ultras Solución No-violencia Medios de Comunicación Cultura

Pablo Rivadulla Sández bar inflavel
Alumno del Máster en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas, Socio y ex jugador de Categorías inferiores del Deportivo de la Coruña

Violencia y muerte en los aledaños del Estadio Calderón

01/12/2014|

Una alarmante noticia salpica las primeras páginas de los informativos de televisión y de la prensa digital a primera hora de a mañana del domingo 30 de noviembre. La noticia tiene que ver con el fútbol, aunque irrumpe como noticia de apertura. Un seguidor del Deportivo de La Coruña fallece en un hospital de Madrid, después de ser rescatado del río Manzanares. El fatal desenlace ocurre luego de una brutal pelea entre bandas radicales de los dos equipos que luego van a disputar un partido de Liga en el Estadio Vicente Calderón: el Club Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña. Según informa la prensa, las dos bandas se han citado a primera hora del domingo a la orilla del río. Acuden a la convocatoria más de 400 energúmenos pertrechados con todo tipo de artilugios para que la contienda tenga de todo, excepto fiesta deportiva. No es la primera ocasión en la que hechos de este estilo se producen al amparo de una competición deportiva en nuestro país o en el extranjero. Ocurre, desgraciadamente, con demasiada frecuencia. ¿Acaso el deporte en general, y el fútbol en particular, es el agente causante de este tipo de manifestaciones violentas?

El periodista y escritor argentino, Rodolfo Braceli (De fútbol somos, Ed. Sudamericana, 2001; ponente en la II Jornada sobre Gestión Deportiva celebrada en Buenos Aires, en marzo del 2013 y organizada por la sede argentina de UPF-Idec) describe con gran destreza una tesis que comparto en toda su extensión. “El fútbol, dice Braceli, espeja hasta la extenuación. Espeja la violencia, el racismo, el gangsterismo, el exitismo y el fracasismo”. Este espejo que es el fútbol reproduce aquello que ocurre en la sociedad y lo amplifica por la simple razón de la idiosincrasia de este tipo de disciplina deportiva convertida en espectáculo de masas. Lo reproduce y amplia con unas características especiales que, entre otras cosas, han llamado poderosamente la atención de empresas patrocinadoras, magnates y, por que no negarlo, oportunistas que a cualquier precio han querido también sumarse al festín del consumidor futbolístico entregado a su pasión, es decir a su equipo y sus ídolos, “confundiendo el amor por lo propio con el amor propio”. El espejo –prosigue Braceli- no tiene la culpa de lo sucedido. Enojarse con el espejo es inútil y resulta ridículo: “el fútbol nos espeja en esas lacras en las que se cuece a fuego lento la condición humana”. Hay una frase de Barceli que resume a la perfección las posibles dudas existentes al respecto del fenómeno que se vive en los estadios: “si queremos ver si somos racistas, o si queremos ver hasta qué punto y de qué manera lo somos, entre os a un partido de fútbol … si queremos ver la facilidad y naturaleza de nuestra violencia entremos a un partido de fútbol”.

Los responsables de las organizaciones deportivas y de todas sus entidades, federaciones, ligas, clubes, etc.), además de los medios de comunicación y los seguidores y amantes del deporte, hemos aplaudir cualquier manifestación de denuncia de los hechos violentos, la toma de medidas para aislar a sus protagonistas, el apoyo -en la medida de las posibilidades cada uno y desde su punto de vista distinto pero complementario- de las acciones que los dirigentes puedan llevar a cabo de tolerancia cero con los violentos, como las que tomó en su días la directiva presidida por Joan Laporta en el FC Barcelona para con los grupos radicales que alimentaban el odio y la reyerta constante, aplaudir los esfuerzos de los medios de comunicación para abandonar el lenguaje bélico que a menudo acompaña las retransmisiones deportivas y los comentarios sobre el hecho deportivo, por otro, igualmente útil y eficaz, más próximo a los valores intrínsecos del deporte y en definitiva, resaltar el respeto de las ideas y de las preferencias de cada uno.

Las situaciones de crisis que ocurren después de hechos tan lamentables como el ocurrido en la mañana de ayer en Madrid deben ser aprovechados par que, junto a la expresión del dolor más profundo desde el punto de vista personal y por el del deporte en su conjunto, sepamos entre todos dar un giro de volante que nos sitúe en la dirección adecuada. No es un giro de volante de una persona, entidad o afición, ahora el volante es tan inmenso que caben muchas manos para hacerlo girar.

Carles Murillo Fort

Director del Máster en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas

noviembre 2014

Deporte y/o negocio

05/11/2014|

El debate entre la coexistencia de una competición deportiva, con todos los valores que la acompañan, y el negocio de muchos de los agentes que intervienen en ella, no es nuevo. El dilema entre uno y otro eje de interés prioritario sigue vigente después de mucho tiempo con una novedad destacada. Las oportunidades que el deporte ofrece, sobre todo en aquellas manifestaciones de interés mayoritario para los amantes del espectáculo, son crecientes. Esta afirmación resulta especialmente relevante desde el momento en el que las cifras constatan el aumento progresivo de los seguidores del deporte de masas y, desde otra perspectiva, cómo dichos seguidores contemplan el espectáculo deportivo en el sentido más amplio del concepto de entretenimiento. Bajo este punto de vista, los valores intrínsecos de la práctica deportiva empiezan a quedar relegados, cuando menos, a un segundo plano.

Recientemente han aparecido dos noticias que abundan en esta dirección. El Rasen Ballsport (RB) Leipzig, actualmente en la B del campeonato de fútbol en Alemania, visitó hace unas semanas el terreno de juego del Unión Berlín. El club de la actual capital alemana es una entidad que se rige por los principios de cualquier cooperativa. Disputa sus partidos en el Red Bull Arena, mientras que el himno del Unión Berlín lo canta Nina Hagen, cantante punk admirada por los seguidores del equipo berlinés. Estos mismos aficionados se han mostrado reiteradamente contrarios a la irrupción del dinero de las grandes fortunas en el mundo del fútbol, señalándolos como los causantes de las grandes desigualdades existentes en el fútbol actual. El terreno de juego del Unión Berlín apareció en el partido de referencia engalanado de manera muy especial: los cerca de 20.000 seguidores locales se vistieron de negro, mantuvieron –con gran esfuerzo y mejor convicción- silencio durante el primer cuarto de hora de partido y sustituyeron su voz y cánticos por una enorme pancarta que rezaba: “la cultura del fútbol murió en Leipzig” y por octavillas explicativas que denunciaban la situación creada en Leipzig señalando que “nuestro rival de hoy encarna todo lo que nosotros en Unión no queremos del fútbol…” en referencia clara e inequívoca a la ayuda financiera de Red Bull al RB (que no son oficialmente las iniciales de Red Bull) de Leipzig. Una forma bien elocuente de atribuir a la aportación de ingresos, más allá de las contribuciones de socios y aficionados, el mal de la competición en el sentido de la ausencia de los valores más arraigados en el deporte aficionado: acciones de marketing que son posibles siempre que los ingresos lo permitan, intereses de grandes corporaciones y grupos financieros que ven en el deporte profesional una vía extraordinaria para rentabilizar sus aportaciones y una gestión profesional de la entidad deportiva, modelo alejado de la autogestión.

liga-postobonEn Medellín, Colombia, hace también unas pocas fechas, se enfrentaron uno de los clubes de la ciudad, el Deportivo Independiente de Medellín, y el Tolima. Los seguidores locales, es decir los hinchas del Deportivo Independiente, mostraron su repulsa hacia el hecho inusual que preside la competición de fútbol profesional en Colombia desde hace unos años. El patrocinador principal de la liga colombiana, la Liga Postobón, es además el patrocinador del equipo más laureado en la última época en el fútbol colombiano: el Atlético Nacional también de Medellín. El grupo de seguidores del Deportivo Independiente que protestaron de esta manera son miembros del grupo antifascista Antifa Medallo. En esta oportunidad, de manera parecida a lo sucedido en Leipzig, la pancarta exhibida decía “El fútbol es del pueblo. #NomásLigaPostobón”. Postobón es una empresa que se dedica a la fabricación y distribución de bebidas refrescantes y es líder en el mercado de este tipo de productos en Colombia. Postobón apostó hace unos años por el fútbol como medio para reforzar las campañas publicitarias llevadas a cabo hasta entonces por los medios y canales más ortodoxos. El círculo (competición y clubs con el mismo patrocinador) se cierra mediante la retransmisión de los partidos ofrecido por RCN TV y Radio que también es propiedad de Carlos Ardila Lülle. El movimiento Antifa Medallo manifestó su intención de reiterar las protestas, a pesar de las amenazas de sanciones deportivas apara su equipo, en próximas fechas.

Las dos circunstancias tienen algunos elementos comunes: las respectivas aficiones han utilizado medios de comunicación clásicos en los estadios de fútbol para dar a conocer sus puntos de vista. La pancarta, realizada con medios más bien artesanales que de producción con aportaciones de diseño o materiales, daba el mensaje de manera directa y concisa, casi como si los autores de la idea la hubieran pensado para publicarla en un twitter. La nota curiosa la proporciona la pancarta en Medellín, en donde la segunda frase si está pensada para su divulgación en las redes sociales al incorporar el hashtag para la segunda frase. Otra curiosidad la proporciona el resultado del partido celebrado en el ambiente descrito: Unión Berlín ganó a RB Leipzig por 2-1. Unión Berlín todavía no se había estrenado como ganador en el campeonato, mientras que el RB Leipzig visitaba Berlín en condición de líder de la B de Alemania. Deportivo Independiente, en cambio, sucumbió frente a Tolima por 2-3.

A parte de las incidencias del resultado deportivo y del ambiente generado, y regresando al comienzo del escrito en el que propongo un tema para la reflexión y el debate, es preciso resaltar que en la anécdota (o menos anécdota quizás de lo que parece) subyace una realidad incuestionable. La brecha entre el deporte aficionado y el deporte profesional se hace cada vez más amplia como también se hace cada vez más evidente la separación entre clases sociales en la mayor parte de los países, sobre todo entre los más afectados por la crisis económica y entre los países emergentes.

Los estudios de Szymanski, entre otros, revelan que la relación entre la capacidad de generación de ingresos de los clubes profesionales de fútbol y el éxito deportivo es directa, positiva y de fuerza estadística considerable. De este modo, aquellos equipos que desean alcanzar el éxito deportivo se ven abocados a hurgar en la maraña de posibilidades de generación de ingresos para disponer de capacidad suficiente para atraer el talento deportivo (entrenadores, preparadores físicos y jugadores) que les garantice, por lo menos en el medio plazo, un buen resultado en las competiciones en las que participa. El ingreso marginal puede ser determinante para dar el salto cualitativo que lo sitúe en la cima del fútbol profesional en las competiciones de sus respectivos países, las competiciones continentales e internacionales. Dicho ingreso marginal puede provenir de un mayor rendimiento del aforo de los estadios (ticketing), de la mejor negociación de los derechos televisivos, del merchandising o, finalmente, de las aportaciones espectaculares de mecenas o de grupos financieros.

Unión Berlin
Leipzig encontró en Red Bull (o viceversa) la piedra filosofal: el equipo ha ido escalando posiciones en el fútbol profesional alemán y es muy probable que en la próxima temporada compita por lugares que le den derecho a participar en las competiciones internacionales en Europa, junto a los consagrados Bayern de Münich, Borussia Dormundt, Schalke O4, entre otros. Las banderas negras situadas estratégicamente en el perímetro del estadio por parte de los seguidores berlineses atacaban a la raíz de la estrategia empresarial de Red Bull, u otras, representada en esta ocasión por el equipo de Leipzig. Las banderas permitían leer la frase “el fútbol necesita participación, fidelidad, emoción, tribunas de a pie, tradición, fair play financiero, pasión, transparencia, historia e independencia”. Seguramente algunos de estos conceptos han desaparecido del fútbol profesional, lo que no significa que estén necesariamente presentes de manera inexcusable (aunque sí deseable) también en algunas facetas del deporte aficionado. Red Bull ha empezado en Alemania por abajo después de ensayar en otros deportes, de manera muy exitosa para su marca, y también en el fútbol ( de hecho, el RB Leipzig es el quinto equipo de la empresa de bebidas energéticas en el mundo, después de los qua ya ondean su enseña en Austria (Salzburg), Brasil, EE.UU. y Ghana. La inversión en Liepzig ronda los 100 millones de euros y se ha situado en el equipo mencionado, después varios intentos fallidos con otros clubes de la ciudad, adquiriendo sus derechos cuando militaba en la 5ª división alemana, hace apenas 5 años.

La habilidad de Red Bull para no vulnerar las reglas del juego de las entidades deportivas que compiten en el futbol alemán has sido considerables. La federación alemana de fútbol no permite que los clubes luzcan el nombre de sus patrocinadores. Red Bull encontró en Rasen Ballsport la solución por la coincidencia de las iniciales. Además, la misma federación deportiva exige que la propiedad de los clubes esté, por lo menos, repartida entre ocho manos distintas. RB Leipzig tiene nueve propietarios pero, casualmente, todos ellos son empleados de la empresa patrocinadora.

La reivindicación en Colombia tiene un tinte más social. Los detractores de la presencia de dinero de empresas patrocinadoras en el mundo del fútbol denuncian que las inversiones exitosas de las empresas patrocinadoras esquivan completamente a las instituciones deportivas que contemplan sin apenas capacidad de negociación las decisiones que les afectan. El grupo empresarial presidido por Carlos Ardila Lülle tiene más de una veintena de empresas. Las banderas en Medellín reclaman también un fútbol más limpio, más popular y de la gente.

La disputa está servida. La propiedad ¿debe estar en manos de los aficionados de los clubes privados o de los accionistas de las sociedades anónimas deportivas? O dicho de otro modo ¿de los seguidores o de los inversores? Las decisiones importantes para la entidad las debe fijar la asamblea de socios que pagan sus (a veces) modestas cuotas, o de los accionistas que, en ocasiones, son completamente ajenos a la vida de las entidades. Este es un aspecto que toca directamente a la gestión y su profesionalización es un aspecto clave para garantizar no tan solo la probabilidad de éxito sino más bien la pervivencia de la propia institución. En el futuro es posible que veamos cómo las marcas de los patrocinadores sustituyen a los escudos de los clubes, los himnos dejan paso a los spots publicitarios, de la misma forma que el nombre de los estadios ya no son el lugar ideado para rendir homenajes póstumos a los grandes héroes de la entidad, sino que se convierten en un espacio privilegiado para anunciar una gran marca. Podemos, sin embargo, pensar en la necesidad de contar con un deporte del fútbol más auténtico en el sentido de que reproduzca lo que fue el inicio de su práctica a finales del siglo XIX. Esto significaría probablemente regresar a un deporte en blanco y negro, con menos repercusión mediática, con menor seguimiento de las competiciones lo que también disminuiría la posibilidad de disfrutar como espectadores de uno de los espectáculos más fabulosos del mundo. Una propuesta para terminar. Estoy convencido de que hay espacio para el fútbol espectáculo de primer nivel y para su convivencia con el fútbol aficionado en el que también existe espacio para las grandes creaciones y para las figuras, como ha sucedido en el deporte del balón desde sus orígenes.

Carles Murillo Fort

Co-Director del Máster en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas

julio 2014

La otra cantera del fútbol

03/07/2014|

Carles Murillo, Co-director del Máster de Gestión y Dirección de Entidades Deportivas

Carles Murillo, Co-director del Máster de Gestión y Dirección de Entidades Deportivas

Interesante artículo en La Vanguardia en la que, aprovechando el Mundial de Brasil pone de relieve la importancia de una buena formación integral en la gestión deportiva para obtener el éxito deportivo. En el artículo colabora el co-director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la Barcelona School of Management, Carles Murillo. En el siguiente enlace se accede al artículo completo. (Foto de portada: FCBarcelona.es)

La doble cara de los Mundiales

03/07/2014|

trevinoArtículo de opinión del profesor de Filosofía del Derecho y del Máster en dirección y Gestión del Deporte de la Universitat Pompeu Fabra, José Luis Pérez Treviño, publicado recientemente en El Periódico de Catalunya en el que contrapone la pasión y el sentido emocional de los Mundiales de Fútbol con el punto de vista económico y político que representa esta cita deportiva para los diferentes países. Recomendable su lectura.

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