El viernes 5 de agosto se celebrará en la ciudad brasileña de Río de Janeiro la ceremonia Inaugural de la 31ª edición de los Juegos Olímpicos. Quedan escasamente cinco meses para el comienzo del evento más importante y con mayor repercusión del mundo del deporte y, a día de hoy, todavía son muchas las incertidumbres que se ciernen sobre estos Juegos Olímpicos.
Problemas económicos
Uno de los graves problemas por los que atraviesa la preparación de los Juegos Olímpicos en la actualidad es de índole económica. La recesión económica que afecta a Brasil, con una elevada inflación, el incremento del desempleo y la caída del consumo, han obligado a los organizadores de los Juegos a recortar el presupuesto inicial de 1.900M de dólares en un 25% aproximadamente lo que incide directamente en el ritmo de las obras de gran importancia como las infraestructuras necesarias y la preparación de algunas de las sedes olímpicas de más relevancia. Los estados, en muchas ocasiones, están dispuestos a correr riesgos financieros con tal de organizar una Juegos Olímpicos y, este puede ser el caso de Brasil, como muy bien recoge Antonio González del Máster Universitario en Gestión Empresarial del Deporte en este artículo.
Algunas de las instalaciones claves de los Juegos Olímpicos como son los estadios de Maracaná y el Estadio Olímpico, ambos en la ciudad de Río de Janeiro, viven una crisis financiera que ha implicado despidos de funcionarios en el primero, además de cortes de luz y de agua en el segundo.
El consorcio que administra el mítico estadio de Maracaná ha despedido, hace ya unas semanas, al 75% de sus empleados a falta solamente de seis meses para la celebración de los Juegos Olímpicos. Además, también existen problemas con el contrato de concesión y con unos elevados costes fijos de la instalación que, con la reducción del presupuesto inicial, también se han de reducir de una forma drástica en los próximos meses.
En la sede principal de todos los Juegos Olímpicos, como es el Estadio Olímpico, se han cortado los suministros de luz y agua por facturas impagadas de abril y mayo de 2015. Además, el estado de conservación del Estadio deja mucho que desear, registrándose incluso grandes goteras, una imágenes registradas por las televisiones que recuerdan también los problemas por los que atravesó el Estadio Olímpico de Montjuïc antes de los Juegos de Barcelona 1992. El velódromo es la instalación que, en estos momentos, acumula más retrasos y se confía que pueda estar lista para las pruebas previas sólo unas semanas antes del comienzo de los Juegos Olímpicos.
De todas maneras, los problemas económicos no son nada nuevos ni han aparecido en los últimos meses, ya en el año 2013, el diario “O Estado de Sao Paulo” publicó un documento confidencial en el que se ponían de manifiesto los atrasos que se estaban produciendo en las principales obras como la Villa Olímpica, la deficiencia en el número de habitaciones para alojar a los deportistas y la falta de patrocinadores eran algunos de los problemas más destacados.
No sólo existen problemas económicos
Además de los problemas económicos por los que atraviesa el país, con una elevada inflación y aumento de las tasas de desempleo, se añaden problemas políticos debido a la fragilidad del gobierno dirigido por Dilma Rousseff que además también está inmersa en diferentes causas judiciales por corrupción.
Existen también graves problemas de contaminación en la Bahía de Guanabara, sede de las competiciones de vela, remo, piragüismo, natación en aguas abiertas y triatlón, donde se han encontrado virus causantes de diferentes enfermedades que pueden poner en riesgo la salud de los participantes. Además también han aparecido miles de peces muertos debido a la mala calidad del agua y que han puesto de manifiesto los deportistas que han tomado parte en competiciones previas.
También han aparecido problemas presupuestarios para aplicar las ampliaciones en los planes de seguridad que se han de llevar a cabo debido a las amenazas terroristas y la aparición del virus Zika añaden todavía más problemas a la organización de los Juegos Olímpicos.
De todas maneras, el Comité Olímpico Internacional (COI), ya ha garantizado que se aplicaran todas las medidas necesarias para que, a partir del 5 de agosto, los Juegos Olímpicos sean todo un éxito y los protagonistas pasen a ser las grandes estrellas mundiales que participaran en las diferentes disciplinas deportivas de los Juegos Olímpicos.
No estoy de acuerdo con lo vertido en este atículo. Primero porque se pone énfasis en el aporte tecnológico y no en la materia principal que es la calidad de los atletas que asistirán al evento. Es igual que España 82, cuando ese país no estuvo preparado a nivel organizacional y justamente este aspecto dejó mucho que desear a mi parecer; sin embargo, la calidad de los jugadores y la emoción de los partidos hicieron del certamen uno de los mejores de la historia.
Gracias Mikel por la aportación. De todos los aspectos/perspectivas que se pueden analizar unos JJOO (social, económico, deportivo, …) nos hemos centrado exclusivamente en el tecnológico sin entrar a debatir aspectos deportivos en los que no dudamos de la gran calidad de los deportistas seleccionados y los éxitos que se pueden conseguir.
En general, los Juegos Olímpicos tienen una influencia positiva en la economía del país anfitrión: las competiciones atraen inversionistas, se construyen la infraestructura y las unidades residenciales, se crean nuevos empleos, se desarrolla el turismo: todo esto aporta dinero extra al presupuesto de la ciudad anfitriona. Al mismo tiempo, tanto las demandas internas como externas de la propiedad residencial están aumentando. Sin embargo, el grado de esta influencia depende de dos factores: la escala de la economía de la ciudad y la etapa del ciclo del mercado.
El “efecto olímpico” es más notable en las ciudades relativamente pequeñas en cuyos presupuestos los Juegos Olímpicos aportan mucho dinero en relación con los PIB locales. En Sochi, por ejemplo, los precios inmobiliarios residenciales estaban creciendo un 8% por año en promedio. La excepción es Salt Lake City, cuyo mercado inmobiliario había estado sufriendo durante varios años a raíz del tornado que destruyó el centro de la ciudad en 1999. En términos de las grandes ciudades, como Londres, Pekín y Sydney, el “efecto olímpico” Es menos visible (los precios crecieron no más del 1% anual), ya que el beneficio de los Juegos Olímpicos es pequeño en relación con los inmensos PIB de estas ciudades.
Otra tendencia importante es que los Juegos Olímpicos tienen un impacto positivo sólo en aquellos mercados que están en una etapa ascendente del ciclo. Por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos, la propiedad había estado ganando en el precio en todas las ciudades consideradas, excepto en Vancouver y Río de Janeiro. Cuando la demanda está cayendo y la oferta es excesiva, los Juegos Olímpicos socavan los precios. Esto sucede porque incluso cuando la oferta ya es redundante, los inversores siguen poniendo su dinero en los proyectos y aumentar la disparidad de mercado al hacerlo, lo que lleva a una caída en los precios. Esto fue exactamente lo que sucedió en Vancouver, donde se observó una disminución como consecuencia de la crisis financiera mundial de 2009. Esto también ocurrió en Río de Janeiro, la actual capital olímpica, donde las propiedades residenciales se volvieron 1.5 veces más caras entre 2011 y 2015, después de lo cual estalló una burbuja en el mercado. Al mismo tiempo, la construcción de propiedades activas no hizo más que agravar la situación. Por el contrario, en las otras ciudades de Brasil los precios se mantuvieron estables o disminuyeron menos notablemente.
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