2021 ha de ser el año en el que se comience a dejar atrás la pandemia del Covid-19. La industria del deporte, gravemente afectada durante 2020, tiene ante sí una serie de retos que debe abordar para iniciar su reconstrucción.

La pandemia del Covid-19 ha dejado un panorama desolador en el sector deportivo, sobre todo en empresas relacionadas con el fitness, empresas de organización de eventos deportivos, las federaciones deportivas y un largo etcétera.

Durante este año que acabamos de finalizar se han publicado diversos estudios sobre el impacto de la pandemia en la industria del deporte, destacamos algunos de los principales:

  • Se ha perdido el 40% del negocio del sector, afectando de forma diferente a Federaciones Deportivas (77%), a clubs (52%) y para gestores de instalaciones (44%). (datos extraídos del Estudio del Impacto del Covid-19 sobre el ecosistema del deporte español realizado por la Asociación del Deporte Español, el Observatorio Fundación España Activa y el Consejo Superior de Deportes).
  • Los centros de fitness han disminuido su facturación en un 53% y el 44% de ellos están abocados al cierre si la situación actual se prolonga durante los próximos meses. (datos extraídos del informe realizado por la consultoría Valgo junto a la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid)).
  • Más de 25.000 personas perderán su empleo en el sector durante esta crisis. En Cataluña, las empresas deportivas con ánimo de lucro generan 80.000 puestos de trabajo directos, y ahora mismo hay más de 55.000 trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo. (Según un estudio de INDESCAT (Clúster de la industria del deporte en Catalunya)).
  • Impacto de más de 5.200 millones de euros de la contribución del sector deportivo al Producto Interior Bruto del país (según un informe de la Comisión Europea).

Ante este panorama, 2021 ha de ser el año de la reconstrucción de la industria del deporte con importantes retos por delante. La pandemia ha dejado un sector muy debilitado y que se ha de adaptar a una nueva realidad. La flexibilidad organizativa, la incorporación definitiva de las nuevas tecnologías, modelos de gestión más eficientes o la adaptación a los nuevos hábitos de consumo de los consumidores, son algunos de ellos.

El papel de las Administraciones Públicas será fundamental para la reactivación de la industria del deporte. El Consejo Superior de Deportes ya ha anunciado diferentes ayudas públicas mediante subvenciones o líneas de crédito con condiciones favorables para entidades y empresas deportivas. Numerosas Administraciones Autonómicas también están llevando a cabo diversos planes de ayuda para los diferentes actores del sector. De todas maneras, numerosas voces de la industria todavía las consideran insuficientes para la supervivencia del sector. La reducción del IVA en la prestación de servicios deportivos, la facilidad de trámites para acceder a subvenciones, la promoción de la actividad física y el deporte entre los más jóvenes y la potenciación del deporte femenino son retos que las Administraciones han de abordar durante 2021.

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El sector del fitness es uno de los grandes perjudicados de la industria del deporte por la pandemia. Con un descenso de más del 50% de sus ingresos y con un fuerte incremento en las bajas de los abonados de sus instalaciones, 2021 ha de ser un año clave para hacer frente a un cierre generalizado de centros de fitness. La evolución de la pandemia durante los próximos meses serán determinantes a la hora de tomar medidas por parte de los diferentes operadores. La contención en los planes de expansión y la concentración dentro del sector parecen inevitables durante este año. Además, será más necesaria que nunca adaptarse rápidamente al cambio en los hábitos de práctica deportiva de los socios y en el que la digitalización será un aspecto clave. Estrategias para la captación de nuevos abonados, la implementación de nuevos servicios relacionados con la salud y el bienestar, la contención en los planes de expansión y las oportunidades que surgirán para los grandes operadores del sector de ampliar su red de centros con la adquisición de pequeñas cadenas de fitness serán retos importantes para el sector durante este año.

Si el deporte profesional se ha visto muy afectado, descenso de los ingresos por patrocinios y el matchday de las competiciones principalmente. El deporte no profesional ha sido el gran perjudicado por la irrupción de la pandemia. Los clubs de deporte amateur, con una estructura económica mucho más débil que los clubs de deporte profesional, han visto como se paralizaron las competiciones, con el consecuente perjuicio económico que implicaba esa paralización.

Muchos clubs han tenido grandes dificultades para afrontar los costes de mantenimiento de sus instalaciones y se han visto obligados a aplicar expedientes de regulación de empleo a sus trabajadores e incluso, en algunos casos, también sus deportistas. Los rebrotes de la pandemia y la llegada de la segunda ola incrementaron la situación de alarma de los clubs amateurs. En algunas Comunidades se paralizaron incluso los entrenamientos de los deportes no profesionales. Durante 2021 será necesario un incremento de las ayudas económicas por parte de las diferentes Administraciones del Estado para garantizar la supervivencia de los clubs y el deporte no profesional, el regreso a la competición será indispensable para comenzar a reflotar el deporte amateur.

Se espera un gran crecimiento de la actividad económica durante este año, especialmente durante el segundo semestre, veremos la evolución de la pandemia del Covid-19 durante los próximos meses y como afecta en el crecimiento que la industria del deporte ha de llevar a cabo durante 2021.