Trailwalker, sinónimo de deporte y solidaridad
Oxfam Intermón Trailwalker es un desafío deportivo diferente, consiste en recorrer a pie 100 kilómetros en equipos de cuatro personas en un máximo de 32 horas. Los miembros del equipo deben empezar, caminar y finalizar juntos. La prueba tiene como objetivo luchar contra la pobreza y la injusticia en el mundo. Por eso los equipos se comprometen a conseguir donativos, que Oxfam Intermón destinan luego a proyectos de cooperación (más de 400 proyectos hasta la fecha), acción humanitaria, comercio justo y sensibilización, en 50 países.
Trailwalker era un ejercicio de entrenamiento militar en Hong Kong. En 1981 pasó a convertirse en un evento Oxfam para recaudar donativos. Hoy es uno de los principales desafíos deportivos del mundo, con 16 eventos en 11 países. En España se han celebrado ya 4 ediciones en Catalunya (Girona) y por primera vez el pasado julio tuvo lugar el primer Trailwalker en Madrid. “Ha sido un éxito y repetiremos, porque entre los dos eventos han participado 495 equipos con los que hemos conseguido muchos donativos” nos ha explicado Elena Rodríguez Project Manager de Eventos Deportivos en Oxfam Intermón y organizadora del Trailwalker.
Una carrera diferente
En los últimos años ha habido un boom con las carreras populares. Cualquier fin de semana en nuestro país hay miles de corredores entrenando o compitiendo y algunas de estas carreras –cada vez más- son solidarias. Pero el Trailwalker es, sin duda alguna, una carrera diferente. Los equipos han de conseguir 1.500 euros que se destinan a diferentes proyectos en todo el mundo para hacer llegar, por ejemplo, agua a Etiopía, alimentos para Burkina Faso o sanidad en Sudán. “Pasarse meses recaudando esos donativos (algunos equipos consiguen más de 9.000 euros) les hace llegar a la salida con una emoción especial” comenta Elena.
Muchos equipos consiguen esas cantidades de dinero a través de diferentes pequeñas iniciativas, como talleres, mercados de segunda mano, aportaciones de familiares y amigos, sorteos, subastas o campañas de crowdfunding (cada vez más en auge en proyectos deportivos y culturales).
Además, los 100km se recorren en equipo, los cuatro participantes juntos. En una distancia tan larga es inevitable que los miembros del equipo lo vivan de una forma muy especial: siempre hay, por ejemplo, algún miembro que flojea en algún tramo del recorrido lo que empuja al resto del equipo a prestarle la ayuda necesaria para seguir. Los equipos cuentan además con dos personas de asistencia, que se encuentran con ellos en cada punto de control para darles avituallamiento, masajes y mucha ayuda psicológica. Es un evento redondo porque pone en juego lo mejor de cada uno a título personal (la superación, el sacrificio) y grupal, y nos enseña que con una pequeña contribución entre muchas personas se pueden alcanzar grandes metas.
Madrid, nuevo reto conseguido
Este año 2014 ha supuesto un punto de inflexión de la prueba en España. En efecto, después de 4 ediciones en Cataluña este año se ha añadido una segunda prueba por la sierra de Madrid. “Abrimos Madrid animados por el éxito de participación y recaudación que veníamos cosechando en Girona” comenta Elena, “pero con algunas dudas, por si íbamos a ser capaces de organizar dos buenos eventos con los mínimos recursos de que disponemos en Oxfam Intermón”.
Uno de los retos de la nueva edición era mantener el nivel de calidad logística de la prueba con la dificultad añadida de ser la primera vez que se realizaba en Madrid, tratarse de una ruta con mayor desnivel, más técnica y pasando por poblaciones más pequeñas que la prueba de Girona. El evento resultó ser todo un éxito, no sólo organizativo sino también por la gran participación e implicación de los equipos participantes. De todas maneras, según Elena “El año que viene haremos algunas revisiones en la ruta de Madrid pero repetiremos y esperamos seguir creciendo en equipos”.
Una buena logística, una de las claves del éxito
El Trailwalker no es un evento deportivo cualquiera, requiere de una gran organización y gestión eficiente de todos los recursos disponibles. La clave principal del éxito es una buena logística, “tener un buen marcaje, protocolos de seguridad, equipo sanitario, zonas amplias para las salida, controles y llegada y mucho personal son básicos para una buena organización” destaca Elena. Además la prueba cuenta con más de 600 voluntarios y la colaboración de muchas empresas, tanto patrocinadoras como suministradoras de materiales y alimentos para los avituallamientos, lo que permite a Oxfam Intermón no tener la necesidad de gastar recursos y poder destinar todos los donativos a los proyectos de cooperación.
Otro de los aspectos organizativos de éxito de la prueba es la buena promoción que se realiza del evento. En este sentido, las redes sociales juegan un papel destacado. En la página web se pueden visualizar desde las fichas técnicas, tracks de la ruta, roadbook, consejos de entrenamiento y prevención hasta muchos consejos para poder recaudar los donativos necesarios. Además tiene gran importancia el posicionamiento y dinamización de los diferentes perfiles sociales del Trailwalker con mensajes frecuentes en los que intercalan las informaciones de carrera con las propuestas, denuncias, informes y actividades de Oxfam Intermón. Este año además, se ha puesto en marcha un blog y se busca la colaboración cada vez más de la prensa publicando artículos y entrevistas sobre el Trailwalker. El hecho de que los equipos que participan en la prueba y vivan una gran experiencia es una de las principales fuentes de promoción, ya que son ellos los que recomiendan a sus conocidos que no se pierdan una experiencia tan buena como el Trailwalker.
La gestión de los donativos es muy importante para la organización. En la última edición, más de 940.000 euros se destinan a un fondo general de Oxfam Intermón. De ahí cada año se planifica cómo se reparte a los proyectos en función de las necesidades. “Somos muy rigurosos con la aplicación de nuestros fondos y controlamos su distribución desde el origen hasta el destino final” destaca Elena. Cada año las cuentas son auditadas por profesionales reconocidos en el sector. La transparencia también es esencial y en el siguiente enlace se puede ver como se distribuyen los fondos conseguidos.
Otro de los aspectos organizativos muy importante para Oxfam Intermón es la sensibilización, como nos comenta Elena “recordar a los participantes por qué están corriendo o caminando y que Trailwalker no es una carrera cualquiera”. Toda una declaración de principios para un evento deportivo solidario y para participar con los amigos contribuyendo además a una buena causa social.