Hace apenas unas semanas se ha cerrado el mercado veraniego de fichajes en Europa. Desde Primetimesport, fundada y presidida por Esteve Calzada, nos ofrecen una vez más un excelente resumen de lo acontecido en este interesante mercado del talento futbolístico. Se trata del informe Soccerex Transfer Review 2016 (gestionado por cierto por Aleix Piqué, que fue alumno del Máster en una de sus primeras ediciones). Los hitos más destacados de este período de transacciones entre clubes de fútbol en Europa tienen que ver con dos elementos condicionantes de suma importancia. En primer lugar, las fuentes de ingresos de los clubes europeos y, en segundo lugar, el ritmo que sigue la economía en los países que albergan las grandes ligas (es decir, Alemania, España, Francia, Italia y el Reino Unido, por lo que atañe básicamente a la Premier League).
El liderazgo inversor actual de la Premier League responde fundamentalmente al primero de estos ejes decisivos en la voluntad de compra y venta de jugadores por parte de los equipos que disputan las competiciones profesionales de fútbol en Inglaterra (la Premier League y también la segunda división). Los clubes de la Premier League gozan de una ventaja competitiva frente al resto de competidores en el panorama del fútbol europeo gracias a una exitosa negociación de los derechos de retransmisión televisa de los partidos de las competiciones oficiales. El aumento de la partida de ingresos de dichos clubes como resultado de un aumento del monto total negociado con los operadores de televisión significa un balón de oxígeno lleno de libras que les ha permitido batir records históricos en la liga de los fichajes. La inversión en fichajes del agregado de clubes que disputan la Premier League asciende en este período del verano del 2016 a 1.169 millones de euros, lo que supone un aumento del 14% con respecto a la cifra de la temporada precedente. La serie A en Italia ocupa el segundo lugar del ranking con 579 millones de euros, muy lejos de la cifra de los ingleses. Siguen, en orden de importancia económica, la Liga BBVA (518M), Bundesliga (393M) y la Ligue 1 en Francia (303M). En todos los casos, excepto en la Liga BBVA, se han experimentado importantes tasas de crecimiento anual.
Otro de los rasgos que caracterizan la diferencia entre lo que sucede en unas y otras ligas no es otra cosa que la distribución de aquéllas cantidades entre los equipos de las respectivas ligas. La Premier League, según el informe Soccerex, es la más democratizada, en el sentido que, por ejemplo, los equipos del Top 4 tienen el 46% del total de la inversión realizada, algo que no sucede en las otras grandes ligas (en España el Top4 agrupa el 73% de la inversión total y en Francia el 83%). Otro indicador de aplastante contundencia es lo que sucede con los equipos que ascienden: el Watford inviertió ahora 47 millones de euros que es una cifra mayor que la inversión de todos los equipos que han logrado el ascenso al equivalente de la primera división de las otras grandes ligas. Algo parecido sucede cuando se manejan las cifras netas, es decir inversión por adquisición de jugadores menos ingresos por traspasos.
El impacto del escenario económico no repercute excesivamente en las finanzas de los clubes, aspecto que no es nuevo, puesto que si comparamos las tasas de crecimiento (o ralentización de la economía de cualquiera de los cinco países de las grandes ligas con la evolución de los ingresos de sus clubes, veríamos que la asociación dista mucho de ser perfecta y lineal). ¿Significa esto que el fútbol transita por otros caminos diferentes a los de la economía? Más bien quiere decir, en mi opinión, que los clubes más exitosos han marcado una estrategia determinada de funcionamiento, seguida ahora a su ritmo también por los clubes de menor dimensión económica, que les está dando algunos buenos resultados. Es cierto, sin embargo, que en algunos casos la explicación de las importantes sumas de dinero invertidas en el mercado de fichajes tiene que ver con la aportación extraordinaria y, hasta cierto punto insólita, de dinero que proviene del bolsillo de magnates del mundo árabe o de países asiáticos.
Resulta interesante también contemplar cómo muchos clubes han establecido interesantes fórmulas de ampliación de las líneas clásicas de negocio (venta de entradas y merchandising). Los clubes que están teniendo más éxito en este sentido son aquellos que se han situado en el mundo globalizado, expandiendo su existencia en el continente asiático, americano e incluso africano y en Oceanía (básicamente en Australia). A su vez, tratan de establecer criterios más racionales en la toma de decisiones, entre las que destaca el valor otorgado al talento y, en definitiva, el precio pagado por el traspaso de un jugador (sea en la vertiente de compra, como en la de la venta, de jugadores). Todo ello no sería posible sin un aspecto imprescindible para el éxito económico de la vida de los clubes de fútbol. Me estoy refiriendo a la profesionalización en las distintas áreas de responsabilidad de dichas entidades, se trate de clubes de socios o de sociedades anónimas deportivas. La profesionalización exige el manejo inteligente de grandes bases de datos (big data) y su explotación (business analytics), para lo cual se necesitan profesionales especialmente capacitados en estos instrumentos que, además, tengan un amplio conocimiento del mercado y de los entresijos de la negociación. La profesionalización implica a su vez entender que las decisiones se contemplan en un mundo incierto, con constantes cambios (volátil) y de enorme y creciente complejidad (Ver artículo sobre VUCA). En este contexto, conviene interiorizar que la toma de decisiones se ejecuta teniendo en cuenta, explícita o implícitamente, criterios diversos y no siempre cuantificables de manera inmediata.
Para terminar, sirva también como ejemplo complementario de los anteriores argumentos, el anuncio de la misma firma (Primetimesport) en relación a una herramienta de ayuda a la determinación del valor de un jugador. Esta compañía anunció en julio pasado un nuevo índice de valoración del talento futbolístico con el “Football Value Index” a partir de un conjunto seleccionado de indicadores de performance y características estructurales del jugador. El manejo de este tipo de indicadores proporciona pautas de actuación que, añadidas a las cuestiones puramente coyunturales y tácticas, deberían en manos de un buen director deportivo ajustar el precio de mercado al valor real del talento.
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