En Julio de 1999 se aprobó el Real Decreto 1251/1999 sobre las sociedades anónimas deportivas en el que se exigía que se constituyesen como sociedades anónimas deportivas de carácter profesional a todas aquellas entidades que participaran en las competiciones que la propia Ley considera como profesionales, concretamente, 1ª y 2ª división de fútbol y la ACB de baloncesto. No obstante, excepcionalmente se permitió continuar como clubes deportivos a aquellas entidades que, al momento de entrada en vigor en la ley, no hubiesen tenido pérdidas en los cuatro ejercicios anteriores (Real Madrid, Fútbol Club Barcelona, Athletic Club de Bilbao y Club Atlético Osasuna).
A pesar de este cambio, la profesionalización en la gestión de los clubs deportivos no se introdujo de inmediato. Los dirigentes de los clubs priorizaban el endeudamiento al saneamiento de las cuentas con el objetivo de obtener mayores réditos en el terreno deportivo y, de esta manera, con los triunfos deportivos poder retornar la deuda contraída. De esta manera la deuda del fútbol español ha ido incrementado de forma alarmante hasta los últimos años.
La Liga de Fútbol Profesional, a partir de la aprobación de la ley 19/2013 de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, ha conseguido un control exhaustivo de las cuentas de los clubs de primera y segunda división. Se analizan a todas las entidades deportivas con los mismos ratios lo que permite una mayor transparencia y se asegura la viabilidad financiera de los equipos lo que permite a su vez la viabilidad deportiva. De esta manera la mayor credibilidad de los clubs incide en una mejor credibilidad de la competición, lo que la hace más atractiva y competitiva para nuevos patrocinadores, todo ello a través de un cambio en la gestión de los clubs.
La gestión de los clubs de fútbol ha pasado a ser mucho más rigurosa y también mucho más profesionalizada. Los dirigentes han sido conscientes de la necesidad de profesionalizar las estructuras directivas de los clubs incorporando profesionales y nuevos departamentos en los organigramas de las entidades deportivas, cada vez más similares a los de una empresa convencional.
Algunos ejemplos de la nueva gestión en los clubs de fútbol
Las grandes entidades deportivas como el FC Barcelona o el Real Madrid, por ejemplo, ya hace años que actúan no sólo como empresas sino como grandes multinacionales deportivas con profesionales de prestigio a cargo, no sólo de la faceta deportiva sino en todos los ámbitos de gestión del club. El club blaugrana, con la entrada en la presidencia de Joan Laporta en 2003 marcó un antes y un después en la gestión del club. Fue pionero en la introducción de profesionales de prestigio en áreas tan importantes como la financiera o la de marketing que transformaron la gestión de un club de fútbol a una multinacional deportiva. Pero no sólo las grandes entidades deportivas funcionan como empresas, en la actualidad, los clubs más modestos, conscientes de la necesaria búsqueda de nuevos recursos más allá de los derechos de televisión han tenido que profesionalizar sus estructuras directivas.
Algunos de los últimos ejemplos de esa –necesaria- profesionalización en la gestión de las entidades deportivas más modestas, son la Sociedad Deportiva Eibar y, recientemente con la entrada del grupo Rastar en el accionariado, el RCD Espanyol.
Álex Aranzábal, presidente de la Sociedad Deportiva Eibar hasta el final de esta temporada, explica algunas claves de esa transformación en la gestión del club en el libro “Otro fútbol es posible. El modelo Eibar” en el que explica el cambio en profundidad llevado a cabo en la entidad a lo largo de sus más de once años de vinculación con el club, primero en el consejo de administración y posteriormente como presidente del conjunto armero.
Durante los más de siete años en los que ha sido el presidente ejecutivo de la entidad, Álex Aranzábal ha sabido preservar el carácter social y familiar del club adaptándose a las exigencias de la competición. Arropado por un equipo de once personas en departamentos tan importantes como el marketing o la comunicación entre otros ha conseguido cuadrar sus cuentas, su endeudamiento neto en términos de La Liga es nulo y, de hecho, no tiene préstamos bancarios manteniendo el nivel deportivo del club.
La premisa fundamental de su gestión es no gastar más de lo que se ingresa, realizando un control exhaustivo del presupuesto. En la temporada 2012-2013, el club apenas facturó 1,79 millones, cifra que en el último ejercicio, el primero en la élite del fútbol español, ha alcanzado los 18,86 millones de euros. Y la previsión para esta temporada pasa por incrementar ese importe en un 72%, hasta los 32,5 millones. Pese a estos fuertes aumentos de la facturación, la entidad presidida por Alex Aranzábal ha sabido controlar los costes, que han crecido a menor ritmo, dotando además al club de un organigrama que funciona como una empresa convencional.
En el libro se explican nociones de liderazgo, la gestión empresarial y profesionalizada del club, el cambio de filosofía, integrando los intereses del Eibar con la ciudad para el beneficio de todos. La ampliación sostenida, sin hipotecar el futuro del club, de las instalaciones del conjunto armero, “Ipurúa Tallarra”, un “proyecto de fútbol que va más allá del fútbol, un polo de innovación y conocimiento en el deporte, un centro deportivo multidisciplinar y de alto nivel. Un espacio de encuentro, un foro de formación, la creatividad y la reflexión, no limitado sólo al fútbol” destaca Álex Aranzábal en su libro.
El éxito en la gestión empresarial del club, reconocida por la prestigiosa escuela de negocios IESE que ha publicado un caso sobre la gestión de la entidad, ha ido acompañada también de éxitos en la parcela deportiva que, sin embargo se han traducido en tensiones dentro del consejo de administración de la entidad deportiva y que han llevado a Álex Aranzábal a tomar la decisión de finalizar su etapa en el conjunto armero, después de once años como consejero y siete años y medio como presidente. La renuncia se hará efectiva durante el mes de mayo, una vez finalizada esta temporada.
Ramón Robert, consejero delegado del RCD Espanyol, durante su intervención en la X Conferencia de “Gestión de Empresas Deportivas” con motivo del Barcelona Open Banc Sabadell, 64 Trofeo Godó de tenis explicó el cambio en la gestión del club con la entrada del grupo chino Rastar. “Se tienen claros cuáles son los objetivos a conseguir, tanto deportivos como de gestión, cómo en cualquier empresa, se han de gestionar todos los departamentos de una forma profesional”.
La reestructuración de la deuda, es uno de los objetivos prioritarios, la deuda actual del club blanquiazul es de 186M de euros con unos plazos que no se podían asumir. La entrada de Rastar ha permitido reestructurar la deuda con el objetivo de aumentar los ingresos del club que permita hacerlo más competitivo.
“El 80% de los ingresos del RCD Espanyol provienen de los derechos de televisión, pero la situación ideal para el club es que los ingresos audiovisuales representen sólo el 50%, el otro 50% ha de venir por una mejora en los ingresos por la explotación del estadio, abonos de los socios, programas de hospitality, nuevos patrocinios, …” destacó Ramón Robert durante su intervención.
La internacionalización del club es clave para el futuro, “ha de ser la base para el crecimiento en los próximos ejercicios, sobretodo en el mercado asiático y eso pasa por jugar competiciones europeas, eso sí, siempre con la premisa fundamental de la gestión eficiente de la entidad” explicó durante su intervención.
La clave de la profesionalización y la buena gestión de una entidad deportiva es la racionalización y abstracción de la pasión a la hora de la toma de decisiones, “el cambio en la gestión del club pasando a empresa de fútbol pero que ha de gestionar las pasiones que genera en los aficionados y seguidores es el reto más importante de cualquier entidad deportiva en los tiempos actuales” concluyó Ramón Robert.
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