El 31 de diciembre de 2014 comenzó en el Port Vell de Barcelona la tercera edición de la Barcelona World Race, regata en la que los participantes han de realizar la vuelta al mundo sin escalas y sin asistencia en veleros tripulados por dos personas.
3 meses de competición y 23.000 millas náuticas
Los 8 veleros participantes en esta edición navegaran a lo largo de más de 23.000 millas durante 3 meses, atravesando los océanos Índico, Atlántico y Pacífico para poder completar este gran reto. La Barcelona World Race está considerada una de las pruebas de navegación más exigentes debido a que las embarcaciones no pueden recibir asistencia ni realizar ninguna escala para poder reparar los posibles desperfectos o incidencias que puedan sufrir las embarcaciones.
Respecto la edición anterior, la de 2010-2011, el número de equipos participantes se ha reducido de 14 a 8 embarcaciones de la actual edición. Un factor determinante en esta reducción de equipos es, sin duda, el panorama económico general y la dificultad de obtener grandes patrocinios deportivos que son imprescindibles para participar en eventos deportivos de esta categoría.
De los 16 regatistas, la mitad son españoles con una gran mayoría de catalanes. En esta edición, participan navegantes de gran prestigio como Pepe Ribes y Alex Thomson que conforman el equipo “Hugo Boss”, favorito para alzarse con el título de esta edición y que, entre los dos tripulantes suman ocho vueltas al mundo, Anna Corbella, única participante femenina de esta edición a bordo del “GAES Centros Auditivos”, Guillermo Altadill, el español que más vueltas al mundo ha completado, un total de seis, a bordo del “Neutrógena” o los veteranos Jean Le Cam y Bernard Stamm a bordo del “Cheminées Poujoulat” son algunos de los regatistas más destacados.
Un factor diferencial respecto a otras regatas
La prueba aporta un valor añadido al más estrictamente deportivo y es que todos los veleros participantes utilizaran material científico para analizar el agua y la situación actual de los tres océanos por los que transcurre la prueba (Atlántico, Índico y Pacífico) cumpliendo de esta manera una misión encargada por la UNESCO.
Con esta misión, la prueba quiere diferenciarse de otras regatas y aportar su grano de arena en la investigación de las aguas y no ser una regata puramente deportiva como pueden ser otras grandes pruebas náuticas como la Volvo Ocean Race o la Copa América.
Una compleja organización
La organización de un evento de estas características requiere de una gran coordinación entre las diferentes áreas y comienza años antes de la salida de las embarcaciones. La entidad organizadora de la prueba es la Fundación Navegación Oceánica Barcelona, su director general, Andor Serra, es el máximo encargado de coordinar y gestionar las diferentes áreas de la organización.
El departamento de comunicación y promoción es uno de los pilares fundamentales para el éxito de la prueba, este departamento es el encargado de maximizar el alcance mediático de la regata aportando de esta manera un valor a los patrocinadores de las embarcaciones y de la prueba. La activación de las diferentes estrategias de promoción es tan importante como los patrocinios para dar visibilidad a la Barcelona World Race, además también se planifican toda una serie de acciones complementarias como un programa educativo en las escuelas de la ciudad, concurso de carteles, etc…
En esta edición serán de vital importancia para la promoción y difusión de la prueba las plataformas online de la regata, como la web corporativa y las Redes Sociales, además también se ha creado un juego virtual en el que acerca la realidad de las regatas al público en general.
Otra área básica para el éxito de la prueba es el de operaciones o logística, encargado de todo lo que se refiere al montaje, acreditaciones, seguridad, desplazamientos, etc…, la salida de la prueba está centralizada en Barcelona con lo que no hay subsedes que complican todavía más las tareas de este departamento, aun así, es la base de la organización.
Otros aspectos fundamentales son los relacionados con la tecnología, relaciones con las instituciones y un colectivo necesario en todos los grandes eventos, los voluntarios que, aportando todo su apoyo en todos los departamentos, son una pieza importante en toda organización de grandes eventos deportivos.
La coyuntura económica actual ha afectado de una forma importante, no sólo a los participantes en su búsqueda de patrocinios, sino también a la organización. El presupuesto de la edición anterior, 2010-2011, fue de 20 millones de euros y el actual es de 16 millones, un 20% menos.
Una ciudad volcada con la regata
Uno de los mayores retos de la organización es lograr la implicación de los barceloneses con la regata. Es un gran evento deportivo, organizado en una ciudad que es un referente mundial en la organización de los mejores eventos deportivos pero es necesario y fundamental que la gente y los turistas vivan en primera persona todos los actos relacionados con la prueba.
La organización cuenta con el apoyo incondicional de las Instituciones locales y es que la regata es un evento en el que pone a Barcelona, durante unos días, como capital mundial de la vela y que, produce también un impacto económico y de promoción a nivel mundial.
Según un estudio de ESADE, el impacto económico de la edición pasada de la regata fue de 129 millones de euros, con más de 36.000 turistas aficionados a la vela que visitaron la ciudad con motivo del evento y con una audiencia próxima a los 300 millones de espectadores, cifra que se espera superar en esta edición.
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