El III Congreso Iberoamericano de Economía del Deporte (#cied3), celebrado en Valencia, los pasados días 7 y 8 de junio, dedicó buena parte de sus trabajos a los eventos deportivos.

Las comunicaciones presentadas que trataron de los acontecimientos deportivos lo hicieron desde, por lo menos, tres puntos de vista diferentes: el impacto  económico, la percepción social generada, y la calidad del servicio ofrecido.

En el apartado del impacto económico, destacó el trabajo presentado por Ángel Barajas, de la Universidad de Vigo (campus Ourense), y Plácido Rodríguez, de la Universidad de Oviedo y la FOED, sobre la insolvencia del fútbol profesional en España.  Los autores demuestran, mediante modelos de regresión, que las variables de carácter financiero (activo total, beneficio neto y deudas, tanto a corto, como a largo plazo) explican bien la situación de disolución de acuerdo a criterios legales y ponen en evidencia que la situación empeora de año en año. En el trabajo también se presentaron resultados relativos a la capacidad explicativa del modelo para discriminar entre los clubes en situación concursal, o no, pero aunque los factores explicativos son parecidos, el modelo no se comporta tan bien como el de disolución, o no, por temas legales.

Salgado, Barajas, Lera y Sánchez (el segundo de la Universidad de Navarra, y los demás de la Universidad de Vigo) presentaron un documento de reflexión sobre los diferentes criterios a utilizar en la medida del impacto económico de un evento deportivo y proponen una estrategia de análisis en función del alcance y cobertura del mismo. En particular, los autores proponen, para un evento de ámbito nacional, la combinación del enfoque basado en el análisis coste-beneficio, con el de los impactos indirectos e inducidos con el recurso de los modelos de las tablas input-output. Los autores proponen una aproximación en cuatro fases: en la primera, se mide el beneficio (o pérdida) directo sobre la localidad sede del acontecimiento deportivo, el que resulta para la entidad organizadora y el gasto de los asistentes. La segunda fase consiste, según los autores, en la medida del beneficio indirecto, mediante el uso de coeficientes multiplicadores. A continuación, se calculan los efectos para la administración pública local y, por último, se obtiene el resultado económico agregado final.

Un enfoque diferente es el del trabajo presentado por Luis Arboleda y Carles Murillo, de la Barcelona School of Management, de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, que ofrecieron resultados de la medición del valor de marca en redes sociales de un conjunto seleccionado de equipos de la Liga de Fútbol Profesional en España, equipos de la UEFA Champions League y de jugadores de las competiciones europeas. El impacto en forma de aumento del valor de la marca por la creciente presencia de unos y otros, clubes y deportistas profesionales, abre un nuevo campo de interés e investigación, asociado a los grandes acontecimientos deportivos.

Los temas referidos a la calidad se concentraron en la sesión de la tarde del día 7 de junio. El trabajo de Carlos Pérez Campos, Ferran Calabuig y otros, de la Universitat de València, fue uno de los dedicados a analizar la relación entre la calidad y la satisfacción de los asistentes a un evento deportivo y la intención de repetir la experiencia. Los XII Campeonatos de Atletismo en Pista Cubierta fue el evento estudiado en base a encuestas a los asistentes. Los elementos del entorno y tangibles, junto a la valoración general de la satisfacción percibida son las variables que mejor pronostican la intención de volver a vivir una experiencia similar. Resultados parecidos se obtienen en los trabajos de otros ponentes que aplican metodologías similares pero destinadas a analizar la satisfacción en el uso de instalaciones deportivas y servicios náuticos.

Los estudios de percepción social se centraron fundamentalmente en el Gran Premio de Europa de Fórmula Uno disputado en el circuito urbano de Valencia. De las comunicaciones presentadas por Vicente Añó, Ferrán Calabuig y Duclós, por una parte, y  por David Parra, Añó, Calabuig y Ayora, todos de la Universitat de València, se desprenden algunas conclusiones interesantes. La percepción social del acontecimiento deportivo es, esta ocasión, diversa según los aspectos evaluados por los entrevistados. El impacto económico y la repercusión que tiene sobre ciertos sectores, como por ejemplo el turístico, resulta relativamente bien valorado. En cambio, el efecto que el Gran Premio de F1 tiene sobre la práctica deportiva, el urbanismo o incluso sobre las instalaciones deportivas,  presenta valoraciones de muy poca relevancia entre la población. Resulta significativo el hecho de que el 83% de los encuestados manifiesta que no volverá a asistir a este evento. La mayoría de los encuestados señala que el encarecimiento de los precios y la inversión realizada en la ciudad constituyen dos de los efectos económicos más destacados. También es interesante, en el estudio de Parra y otros, el resultado que muestra que existen diferencias en la valoración y percepción social del acontecimiento  según que los que facilitan la información sea de un grupo de edad, u otro, y según sus niveles de ingresos. Los de rentas más altas tienen mejor percepción del Gran Premio de F1 en Valencia que los de niveles de ingresos más moderados.

Carles Murillo es catedrático de Economía Aplicada de laUniversitat Pompeu Fabra, director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte en la Universitat Pompeu Fabra y director del Observatorio de las Relaciones con América Latina (ORLA-UPF).