Por Pere Solanellas – 

En los últimos días he participado en las mesas para la confección del Plan Estratégico del Deporte de la ciudad de Barcelona. Esta herramienta me parece fundamental para la gestión del deporte en una ciudad, ya que sienta las bases para alcanzar la visión en la cual deben participar los principales “players” del sector.

Una de las conclusiones que hemos sacado es la importancia de la marca “Barcelona” como principal reclamo del deporte. Es evidente que en ello ha influido el aumento de los hábitos deportivos que han tenido los habitantes de Barcelona en las últimas décadas, así como la instauración de un modelo pionero de gestión de instalaciones deportivas y la buena organización de unos JJOO que dejaron una profunda huella en nuestra ciudad.

Pero ahora tenemos que construir las bases de una adaptación de esta visión a la nueva situación económica y social que marcarán los próximos años: un modelo de marca “Barcelona” que sea claramente líder mundial en la promoción del deporte y de los hábitos deportivos, una nueva y renovada gestión de las instalaciones deportivas municipales donde el viejo modelo ya no funciona, la aplicación de la innovación en un sector donde todo el mundo hace lo mismo y necesita, entre otros elementos importantes, un “pace-maker“, una atracción para las grandes multinacionales del sector que construyan el tejido de un verdadero cluster, la aplicación de la rentabilidad y de los estándares empresariales en la gestión de eventos y organizaciones deportivas, una mejor profesionalización de los agentes que trabajan en el sector, una formación con experiencias compartidas a nivel internacional.

Me permito lanzar, desde este foro, una propuesta que seguro será controvertida pero que creo que es indispensable someter a debate. Dicha propuesta se basa en el principio de justicia social y en el reparto de los beneficios de los grandes actores del sector. Se trataría de la aplicación de un canon a los grandes clubes que utilizan la marca “Barcelona”. Es verdad que el F.C. Barcelona pasea la marca “Barcelona” por el mundo, pero también debemos analizar qué le aporta la ciudad y en este sentido creo que hay un desajuste en la relación. Sinceramente pienso que los jugadores que juegan en este club deberían aportar algo más a la sociedad que lo que hacen por el hecho de jugar a un gran alto nivel, ganar partidos y recibir unas cantidades  económicas  muy  relevantes. Creo que debería haber un canon revertido íntegramente a la base y a la sociedad, gestionado por el propio ayuntamiento de la ciudad de Barcelona. Se trataría de una medida de responsabilidad social corporativa de los principales deportistas de éxito y que podría tener un impacto en el 0,3% del presupuesto del F.C. Barcelona.  Esta medida representaría unos 1,2mm de euros para poder incorporar al fomento de la actividad física de la ciudad. Otro elemento para el debate consiste en decidir si este canon tendría que salir directamente de los salarios de los jugadores o del presupuesto del propio club. En mi opinión, sería realmente una medida de impacto si una de las medidas del club fuera aplicar este canon a los salarios de los jugadores.

Evidentemente esta sería una medida que ayudaría, entre otras cosas, a disminuir el consumo de atención sanitaria de la ciudad y nos permitiría mantener el liderazgo a nivel mundial de una ciudad donde todo el mundo está, y debería estar, implicado en la actividad física.

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Pere Solanellas

Pere Solanellas es director general del Grupo Áccura (grupo empresarial experto en la promoción y gestión de instalaciones deportivas) y también de Sport Assistance Consulting (consultoría deportiva y de ocio). También es director, desde 2006, del Máster en Dirección y Gestión del Deporte en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y el año 2009 fue distinguido como Mejor Dirigente Profesional del sector deportivo.