Es el tema del dia, del fin de temporada, de fin de ciclo, la noticia del año: Guardiola, entrenador del Futbol Club Barcelona dejará de serlo después de 4 años sublimes donde si se midiera su trabajo por los éxitos conseguidos, podríamos decir que su nota seria un  excelente con actitud muy buena, vaya claramente muy cercano al 10.

Pero ha habido algo más, han pasado más cosas en estos 4 años que solo se puedan medir por los 14 títulos (14!!!) de los 19 disputados. Se dice que Guardiola ha marcado una época, que ha revolucionado el equipo, etc… Los periodistas han gastado los adjetivos con este equipo, los cuales han ensalzado hasta límites estratosféricos a los futbolistas, al entrenador y al equipo en general.

Pero a mi me gustaría resaltar tres cosas que quizás se han remarcado poco en estas valoraciones:

En primer lugar la transformación de mentalidad que Guardiola ha ejercido en su equipo. Ha sabido gestionar la ilusión, el éxito y el entusiasmo con humildad y no solo a sus jugadores y a su equipo técnico, también a toda su organización, incluida directiva, socios y hasta el famoso entorno. Esta transformación los que gestionamos empresas sabemos lo difícil que llega a ser. Ha ejercido el liderazgo en un periodo de transformación de la entidad, ha debido gastar una gran energía para poder llevarla a cabo. Los liderazgos en épocas de transformación desgastan mucho al líder, aunque tienen una recompensa incalculable si se pueden llevar a cabo.

En segundo lugar el liderazgo ha sido compartido con un equipo de personas afines que le han seguido y que han asumido su rol, a la vez que han asumido su papel y han trabajado con las ideas muy claras: desde el 2º entrenador Tito Vilanova ( que ahora asumirá este papel tan difícil de suplir al líder transformacional), pasando por los preparadores físicos, médicos fisioterapeutas, delegados, asistentes, etc… todos han trabajado en una dirección y lo han hecho sin fisuras, con discreción y por el bien del equipo. Este equipo y esta sensación de equipo que han demostrado han tenido la ilustración más gráfica al terminar los partidos en una “rotllana” donde todos unidos por las manos hacen correr la formación de un círculo que simboliza la unión y la fuerza que tiene un equipo cuando se consiguen las cosas.

Pero una de las cosas que remarcaría más del “espíritu de Guardiola” es el llamado “work, fun &profit” que ha impregnado cada uno de los momentos de estos 4 años. Esta expresión es uno de los lemas de mi empresa y significa que trabajemos para ser felices con orientación a resultados. Si existe buen ambiente, si existe ilusión, si hay espíritu de superación y de mejora y en definitiva una cultura de perfección, es mucho más fácil conseguir los objetivos.

No esta reñido trabajar con mucha exigencia con una cultura del buen ambiente y de la creación de una cultura compartida que haga que todos los jugadores vayan a su trabajo con ilusión. Con la gestión de esta ilusión, también del trabajo cotidiano y la rigurosidad en las tácticas y el estudio pormenorizado, es mucho más fácil crear entusiasmo e impregnar de optimismo a unos jugadores que ya de por sí son jugadores de alto rendimiento. Lance Amstrong tiene una frase muy adecuada cuando dice que “ la diferencia entre los campeones a los que no lo son es que los segundos intentan divertirse con aquello que les apetece y los primeros se divierten con aquello que deben hacer”.carpa hinchable blanca

Cuando estás en un trabajo muy exigente siempre te aparece en algún momento aquella frase …” cuando vea que no disfrute con mi trabajo, me iré a casa”….Guardiola ha sido tan benevolente con el F.C.Barcelona que no ha esperado a no disfrutar….Después de 4 años de éxitos continuados ha decidido parar para “llenarse” y si acaso, algún día volver.

Mucha suerte Míster…


Pere Solanellas

Pere Solanellas es director general del Grupo Áccura (grupo empresarial experto en la promoción y gestión de instalaciones deportivas) y también de Sport Assistance Consulting (consultoría deportiva y de ocio). También es director, desde 2006, del Máster en Dirección y Gestión del Deporte en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y el año 2009 fue distinguido como Mejor Dirigente Profesional del sector deportivo.